Mn. Gerardo Soler, en su escrito semanal, nos habla de los criterios de la reforma de la Liturgia de las Horas.

Podéis encontrar el texto en el documento adjunto.

DOMINGO XXXIII (A)

(Domingo de la parábola de los talentos)

Algunos criterios de la reforma de la “Liturgia de las Horas” (1)

2. Flexibilidad y adaptabilidad "El Oficio divino, en cuanto oración pública de la Iglesia, es además fuente de piedad y alimento de la oración personal. Por eso se exhorta en el Señor a los sacerdotes y a cuantos participan en dicho Oficio que, al rezarlo, la mente concuerde con la voz, y para conseguirlo mejor adquieran una instrucción litúrgica y bíblica más rica principalmente acerca de los Salmos.

Al realizar la reforma, adáptese el tesoro venerable del Oficio romano, de manera que puedan disfrutar de él con mayor amplitud y facilidad todos aquellos a quienes se les confía" (SC 90).

"Como se pide en la SC 90, se han tenido en cuenta las condiciones en las que actualmente se encuentran los sacerdotes comprometidos en el apostolado.

Toda vez que el Oficio es oración de todo el pueblo de Dios, ha sido dispuesto y preparado de suerte que puedan participar en él no solamente los clérigos, sino también los religiosos y los mismos laicos. Introduciendo diversas formas de celebración, se ha querido dar una respuesta a las exigencias específicas de personas de diverso orden y condición: la oración puede adaptarse a las diversas comunidades que celebran la Liturgia de las Horas, de acuerdo con su condición y vocación" (LC = Laudis Canticum, Constitución Apostólica de Pablo VI con la que promulga la Liturgia de las Horas, 1-XI-1970).

3. Restauración de las Horas con las horas del día

"La Liturgia de las Horas es santificación de la jornada; por tanto, el orden de la oración ha sido renovado de suerte que las Horas canónicas puedan adaptarse más fácilmente a las diversas horas del día, teniendo en cuenta las condiciones en las que se desarrolla la vida humana de nuestra época.

Por esto, ha sido suprimida la Hora de Prima. A los Laudes y a las Vísperas, como partes fundamentales de todo el Oficio, se les ha dado la máxima importancia, ya que son, por su propia índole, la verdadera oración de la mañana y de la tarde. El Oficio de lectura, si bien conserva su nota característica de oración nocturna para aquellos que celebran las vigilias, puede adaptarse a cualquier hora del día. En lo que concierne a las demás Horas, la Hora intermedia se ha dispuesto de suerte que quien escoge una sola de las Horas de Tercia, Sexta y Nona pueda adaptarla al momento del día en el que la celebra y no omita parte alguna del Salterio distribuido en las diversas semanas" (LC 2).

Mn. Gerardo Soler

Liturgia viva. Liturgia de las Horas, 16-11-14

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