El vicario episcopal de Pastoral, el padre Josep Antoni Jové, ha visitado durante el mes de julio al grupo de sacerdotes de la Diócesis de Lleida en misión desde la década de los sesenta en Colombia, país con el cual nuestro obispado mantiene relaciones de colaboración pastoral de sacerdotes.

Desde 2009, el padre Jové visita una vez el año a los cuatro sacerdotes leridanos de la Archidiócesis de Cali –Sebastià Aldomà, Manuel Coll Pallarès, Ramon Abella Qui y Joan Miquel Martínez Figuerola–, año en el cual el obispo Joan Piris, intensificó las relaciones con los autoridades de la Iglesia colombiana.

El objetivo del viaje es llevar a estos presbíteros el rescoldo, la estima y el reconocimiento de su diócesis de origen, que dejaron hace 53 años para ir a servir en aquel país sudamericano, entonces escaso de sacerdotes y ahora con capacidad de compartirlos

El vicario episcopal también se reunió en esta ocasión con el arzobispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve. Debemos recordar que en los últimos años, desde Colombia, han llegado a Lleida una docena de presbíteros para desarrollar tareas sacerdotales en parroquias de nuestra diócesis.

El padre Jové convivió unos días con los sacerdotes leridanos, los cuales, a pesar de desarrollar sus funciones en diferentes servicios y vivir en lugares distantes de la diócesis colombiana, siguen reuniéndose todos los lunes para compartir sus vivencias pastorales.

El Padre Jové  trajo buenas noticias sobre el estado de salud del Padre Coll, que se va recuperando de una enfermedad que sufrió a comienzo de año. Por su parte, el Padre Abella sigue como consiliario emérito de los cursos de Cristiandad, y el Padre Aldomà continúa administrando la Finca Miravalle, un proyecto que ha permitido a muchos niños y jóvenes salir de la marginalidad, además de ser el sacerdote del Cementerio de Cali. P. Martínez continúa desarrollando su tarea en la Parroquia de la Candelera, uno de los barrios más marginales de la ciudad colombiana.

Más fotos del viaje, en este enlace.