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Ayudando a vivir (Obispo Joan)
Autoria
Producció
Fecha publicación: 
Dom, 07/08/2012
Fitxer audio: 

¿Tú, dónde te situarías?

 Esta es una reflexión muy práctica, fruto de releer un texto de P. Lloidi, y que puede servirnos para encarar el verano buscando respuestas.

 En la catequesis que yo recibí de pequeño se decía que 'ser cristiano es ser discípulo de Cristo' y, al ir creciendo, me explicaron y entendí que estos 'discípulos' lo eran porque se habían encontrado con Jesucristo, se habían adherido a su persona y trataban de orientar su vida desde esta perspectiva.

 Porque están los admiradores y simpatizantes de Jesús: aquel hombre rico, llamado Nicodemo, solicitó una entrevista nocturna con Jesús... Le admiraba y sentía simpatía por él. Tenía fe? Ciertamente no. Pero la tuvo después de la muerte de Jesús, cuando dio un paso en público preocupándose de su entierro y consiguiendo un sepulcro nuevo.
La admiración y la simpatía pueden ser los primeros escalones de la fe. La admiración no es fe, aunque es un ingrediente necesario.

 También están los partidarios de Jesús: ser partidario es bastante más que ser simpatizante o un admirador. El partidario es aquel que hace suyas las ideas del partido o del grupo, al menos en lo fundamental, luego se las apoya y pasa a la acción, trabaja para ellas...

 Un cristiano es aquel que, además de admirador, se ha convertido en partidario de Jesús. Aquel que, en todo aquello que hace referencia al sentido de la vida y del mundo, es partidario de las ideas fundamentales de Jesús. Esto compromete bastante más que la simple admiración.

 Pero, sobre todo, están los seguidores de Jesús: aquellos que se vinculan ante todo a la persona misma de Jesús, a su vida y a su testimonio.

 La fe cristiana no consiste únicamente en creer un mensaje, sino en creer en una persona. La Palabra es Alguien. Primero doy crédito a la persona, la reconozco como mi absoluto y por ello, estableciendo una relación interpersonal, me adhiero a sus ideas o mensaje.

 Esta relación personal es la que expresamos con los términos 'seguimiento' y 'seguidor'.
El partidario se adhiere a un programa, el discípulo, a las enseñanzas de su maestro, el seguidor, a la persona misma del maestro. El seguidor cristiano aprende actitudes, valores y comportamientos de la propia vida del maestro y los hace suyos.

 Un cristiano es el seguidor afectuoso de Jesús que se vincula a su persona y decide seguir sus huellas. Dicho brevemente: la fe culmina en el seguimiento. Y nos hace pasar de discípulos a  apóstoles (enviados a comunicar a los demás esta experiencia).

 La cuestión sería: ¿dónde te situarías tú en este momento de tu vida y qué hacer para llegar a ser un mejor seguidor de Jesús cada día?

 BUEN VERANO A TODOS.

 Recibid el saludo de vuestro hermano obispo,

 + Joan Piris Frígola, Obispo de Lleida