Nacido en Lleida el 5 de enero de 1896, siguió los estudios eclesiásticos en nuestro Seminario y fue ordenado sacerdote el 12 de junio de 1921.

Culto, piadoso y caritativo, fue la suya una vida entregada al servicio de Dios y de los hombres. Era ecónomo de Bovera. Hacía años que lo era, allí vivía con su madre. Gozaba del aprecio y estima de la población.

En julio de 1936, al iniciarse la persecución religiosa, se quedó en Bovera y no fue molestado. Pero era una situación insostenible. No podía quedarse en el pueblo. Entonces el Comité local le pidió que se marchara y fue el mismo Comité el que le acompañó a él y a su madre a Lleida. Eso sucedió el 24 de julio. Se refugió en casa de un hermano. Pero alguien debió verle entrar y le denunció, porque al caer la tarde de ese mismo día un grupo de milicianos se presentó en el domicilio y habiendo reconocido con valentía delante de ellos su condición sacerdotal se lo llevaron. Se despidió de los familiares con un “hasta el cielo”. Al llegar a la calle, fue asesinado de un tiro. Eran las nueve de la noche.