Ramón Baró, director de Cáritas Diocesana de Lleida, defendió la labor de “Troballes”, la empresa sociolaboral de reciclaje de ropa, durante la inauguración oficial de la nueva tienda “Ropa Amiga”, en la calle Ramón Llull de Lleida, que se hizo el pasado sábado 9 de noviembre.
Baró destacó que lo importante de “Troballes” y de sus tiendas no era el beneficio sino los puestos de reinserción que se podían crear con la labor que llevaban a cabo, desde la recogida y tratamiento de la ropa hasta su venta y distribución.
“Estos puestos de trabajo no son definitivos, ni serán su ocupación de por vida para los que los ocupan, pero pueden y han de servir de palanca para recuperar y reinsertar a aquellas personas que se han quedado fuera del mercado laboral. Nosotros sólo les ayudamos con esta labor a recuperar unas capacidades para que puedan volver a volar solos”, manifestó Baró durante la inauguración de la tienda, a la que asistieron los delagados de Bienestar Social, Josep Mª Forné; de Empresa y Ocupación, Octavi Miarnau; la primer teniente de alcalde, Marta Camps; la responsable de Asuntos Sociales de la Paería, Rosa Ball, y los concejales Bea Obis y Antoni Postius, así como el delegado diocesano de Cáritas, Carles Sanmartín.
Para poder ayudar a un mayor número de personas a incorporarse al mercado laboral, Baró justificó la temporalidad de los contratos y la rueda de trabajadores. “Si no lo hiciéramos de esta manera, la empresa como proyecto de inserción moriría”, dijo.
El director de Cáritas Diocesana de Lleida anunció la voluntad de profundizar en la manera de recoger la ropa de segunda mano, ya que la puesta en servicio de la recogida a domicilio estaba teniendo muy buenos resultados, no sólo por el volumen sino por el contacto directo con las personas, ya que éstas tomaban mayor conciencia de la contribución que estaban haciendo con sus donaciones