Mn. Gerardo Soler, en su escrito semanal, nos habla hoy del origen y modelo de la oración de la Liturgia de las Horas.

Podéis encontrar el texto a continuación y en el documento adjunto.

 

EL BAUTISMO DEL SEÑOR

 

c) La Santa Trinidad origen y modelo de la oración de la Liturgia de las Horas

 

          "Cuando vino para comunicar a los hombres la vida de Dios, el Verbo que procede del Padre como esplendor de su gloria, "el Sumo Sacerdote de la nueva y eterna Alianza, Cristo Jesús, al tomar la naturaleza humana, introdujo en este exilio terrestre aquel himno que se canta perpetuamente en las moradas celestiales" (SC 83). Desde entonces, resuena en el corazón de Cristo la alabanza de Dios con palabras humanas de adoración, propiciación e intercesión: todo ello lo presenta al Padre, en nombre de los hombres y para bien de todos ellos, el que es principe de la nueva humanidad y mediador entre Dios y los hombres" (OGLH 3). 

          El Verbo es la Imagen viviente del Padre. Es Palabra que es Conocimiento, Alabanza infinita del Padre. Es el "cántico del Padre": "Es un reflejo de la Luz eterna, un Espejo sin mancha de la actividad de Dios, una Imagen de su bondad" (Sab 7,26), "del Evangelio de la gloria de Cristo, que es Imagen de Dios" (2Cor 4,4), "El es Imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación" (Col 1,15). 

          Dice S.Ireneo: "No sólo antes de Adán, sino antes de toda creación, el Verbo glorificaba al Padre permaneciendo en El, y era glorificado por el Padre, como dice El mismo: "Ahora, Padre, glorifícame Tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese" (Jn 17,5) (Heres.IV,14,1). 

          El Espíritu Santo es Espíritu del Padre: "No seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará por vosotros" (Mt 10,20). Y es el Espíritu del Hijo: "La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ?Abbá! ?Padre!" (Gal 4,6). Y por tanto el Amor y la Gloria del Padre y del Hijo: "pues el Espíritu de Gloria que es el Espíritu de Dios..." (1Pe 4,34). 

         Cuando celebramos la Liturgia de las Horas, por medio de Cristo entramos en ese misterio insondable de la alabanza del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Circularidad infinita fuente de todo bien. Y nosotros lo hacemos con nuestras pobres palabras y con nuestros sentimientos humanos. "El mismo (Cristo) une así la comunidad entera de los hombres y la asocia al canto de este divino himno de alabanza" (SC 83).

Mn. Gerardo Soler

Liturgia de las Horas, 11-1-15

AdjuntoTamaño
Icono de documento de Microsoft Office Text en català.doc24.5 KB
Icono de documento de Microsoft Office Texto en castellano.doc24 KB