[04-11-25] San Giovanni in Laterano; Archibasílica del Santísimo Salvador y de los Santos Juanes, San Juan Bautista y San Juan Evangelista, del Laterano, (I)

 

SAN GIOVANNI IN LATERANO: CATEDRAL DE ROMA. CATEDRAL DEL MUNDO

Muy queridos peregrinos, nos ha costado un poco, pero ahora sí hemos llegado a la verdadera Catedral de Roma, a la primera y más antigua basílica de Roma, la primera iglesia de Roma y seguramente también la primera y más antigua iglesia del mundo; Omnium urbis et orbis ecclesiarum mater et caput (madre y cabeza de todas las iglesias de la ciudad de Roma y del mundo).

 

LA PRIMERA CASA DE LOS PAPAS

Además, y como hemos dicho, San Giovanni in Laterano es la originaria cathedra (catedral) de Roma o sede oficial de los papas, hasta que éstos se trasladaron al Vaticano en el siglo XIV; es, por tanto, la catedral del mundo. De hecho, y por estar sujeta a un estatuto excepcional de extraterritorialidad, esta basílica es propiedad de la Santa Sede y no del Estado italiano. La Unesco, además, la declaró Patrimonio de la Humanidad en 1980. La verdad es que, la miremos por donde la miremos, San Giovanni in Laterano es una verdadera joya cargada de historia y de significado cristiano.

 

¿POR QUÉ SE LLAMA LATERANO?

El origen del nombre Laterano proviene de la noble familia romana de los Laterano, quienes tuvieron en este mismo lugar unas casas muy lujosas. Sin embargo, a comienzos del siglo I, al caer en desgracia en tiempos de Nerón, les fueron confiscadas y pasaron al dominio imperial. Finalmente, el emperador Constantino el Grande las entregó al obispo de Roma (entonces el papa Melquíades), como muestra de agradecimiento por haber ganado, con la ayuda del signo de la cruz de Cristo, la Batalla del Puente Milvio contra Majencio, en el año 312. De ahí también nace el nombre del barrio o zona del Laterano.

 

¿CUÁLES SON LOS ORÍGENES DE ESTA BASÍLICA?

Esta basílica fue consagrada en el año 324 por el papa San Silvestre (el primer papa que no murió mártir, gracias al Edicto de Milán promulgado por el citado emperador Constantino en el año 313), pero con los años sufrió dolorosas devastaciones infligidas por los vándalos, por los terremotos y por varios incendios clamorosos. Siempre, sin embargo, la basílica supo rehacerse, salir victoriosa y volver a mirar hacia adelante. A comienzos del siglo XVI fue decorada por Bramante (por encargo del papa español Alejandro VI, Borja); este famoso arquitecto y pintor de Urbino realizó unas desaparecidas pinturas al fresco en la parte superior de la Puerta Santa (la de la derecha en el atrio de entrada) con motivo del Año Jubilar de 1500. Pero, sobre todo, esta basílica fue ampliamente reformada en su interior por Borromini con motivo del Año Jubilar de 1650 proclamado por el papa Inocencio X, Pamphili. Por este motivo, el mencionado pontífice elevó a Borromini a Caballero de la Orden de Cristo (distinción que iba acompañada de una renta anual de 3.000 escudos de oro), en buena parte, sin duda, por el éxito y el acierto de Borromini en la remodelación efectuada en San Giovanni in Laterano.

 

ALGUNOS ASPECTOS DEL EXTERIOR

Su imponente fachada principal tiene dos niveles: la planta baja, que está resuelta con una sobria estructura arquitrabada (de líneas rectas); y el primer piso, resuelto con unos arcos de medio punto. Verticalmente todo está trabado y unificado por unas elegantes columnas centrales y unas gigantescas pilastras laterales, todas corintias, hechas con un sublime e impoluto travertino; columnas y pilastras se elevan sobre altos pedestales cuadrangulares. Cabe decir que esta fachada no es obra de Borromini; es una verdadera obra maestra, de un gusto tardo clásico del siglo XVIII, realizada por el sabio arquitecto y matemático florentino Alessandro Galilei, pariente del famoso físico Galileo Galilei, obra que fue concluida en 1735.

 

EL FRONTÓN SUPERIOR

En la parte superior, el amplio frontón triangular del centro está rematado por un cuerpo en forma de triángulo curvo truncado, en cuyo centro vemos el relieve de un crismón (el crismón o cristograma es el anagrama de Cristo formado por las dos primeras letras griegas del nombre de Cristo: la X y la P, que casi siempre aparecen yuxtapuestas), coronado por una bella escultura del principal titular de San Giovanni in Laterano, Cristo Salvador (de casi 7 metros de altura), flanqueada por los otros dos titulares de la basílica, San Juan Bautista y San Juan Evangelista; las demás estatuas que vemos a lo largo de toda la balaustrada son doctores de la Iglesia; todas son obra del amplio y cotizado taller de Alessandro Galilei. Observad bien que en el centro del bello friso que recorre toda la fachada se lee con claridad, en elegantísimas letras latinas, CHRISTO SALVATORI.

 

EL BALCÓN CENTRAL

Y justo debajo de este frontón vemos el balcón central con unas columnas de pórfido rojizo; todo el balcón está formado por una impecable y muy elegante serliana; se llama así porque se trata de un arco de medio punto —curvo—, y un tramo de dintel —recto— en sus extremos, tomado de un dibujo que aparece en el tratado de arquitectura del arquitecto y teórico boloñés Sebastiano Serlio; de ahí el nombre de serliana. Desde este balcón, el papa, cada año, bendice al pueblo romano el día de la Ascensión (una importante fiesta cristiana que se celebra el jueves siguiente a los cuarenta días después del Domingo de Pascua, cuando resucita Jesucristo; entonces, a los cuarenta días, Jesús “asciende” al cielo). Continuaremos la próxima semana.

 

Ximo Company. Delegación de Patrimonio Artístico

 

Foto: San Giovanni in Laterano, Roma, fachada principal, obra de Alessandro Galilei, terminada en 1735.