La de este año ha sido una fiesta de San Jaime muy distinta a la de otros años y especialmente lo fue en el “Peu del Romeu”, en la calle Mayor de Lleida, que es todos los años el punto de referencia de esta fiesta, que bien hay que calificarla de confinada.

 

En esta pequeña capilla del 1399, declarada Bien de Interés Cultural por la Generalitat en 1916, se venera la popular y extraordinaria talla del apóstol que el escultor leridano Jaume Gort esculpió en 1964, para presidir la Romería de los Farolillos. Así se había hecho durante los últimos 56 años, hasta este 24 de julio de 2020, en que no pudo hacerlo por el confinamiento de la pandemia de la Covid 19.

 

Pero si la imagen de San Jaime no pudo salir este año , el sábado 25 de julio fiesta del apóstol fueron centenares los leridanos que acudieron hasta la capilla del Peu del Romeu, en la calle Mayor de Lleida, a venerarla. Lo hicieron desde primera hora de la mañana, hasta casi las 9 del anochecer, dan fe las numerosas velas que lucían a los pies de la imagen de San Jaime, así como los diversos ramos de flores que la adornaban.

 

Ayer tampoco se pudo celebrar la Misa a las 9 de la mañana, tenía que presidir nuestro obispo Salvador, como es costumbre hacerlo el día de San Jaime. Aun así, a las 12 del mediodía, mientras sonaba la campana de la capilla invitando a oración, se rezó el Àngelus y se rogó por los difuntos de la Agrupación Ilerdense de Pesebristas y también por los que han muerto en Lleida a consecuencia de la pandemia. No faltó tampoco el canto del popular “San Jaime viene de Galicia, San Jaime viene de Aragón...”, entonado por los miembros de la junta de la entidad y familiares de los difuntos pesebristas que acudieron.

 

Paralelamente y no muy lejos del Peu del Romeu, en la torre campanario de la iglesia de Sant Llorenç las campanas del carillón interpretaron la misma canción, de acuerdo con la adaptación del organista Josep M. Currià.

 

La jornada se hubiera cerrado con la puesta en escena de la obra “San Jaime viene de Galicia”, de Carles Cepero adaptada al catalán por Albert Bosch, que el grupo TOAR hubiera representado en el patio del IEI, como lo ha hecho desde 2005: “Otro año será y con más fuerza!”, fue el comentario más repetido. En la puerta del Peu del Romeu, hasta el monaguillo de la hucha llevaba mascarilla.