Pese a las restricciones por la pandemia, "Blaus/Lleida", entidad que reúne a unas 160 chicas y mujeres que llevan el nombre de Blau (moratón en castellano), ha celebrado como cada 2 de febrero y desde hace catorce años la fiesta de la Virgen María del Blau, advocación leridana que cada año que pasa coge más popularidad.

 

 

La fiesta ha tenido este año un nuevo formato de acuerdo con las precauciones sanitarias por la pandemia y evitando las aglomeraciones. Se ha iniciado a las 5 de la tarde con la ofrenda de flores y luz de las Blaus a su patrona, de manera individual y no en grupo como era costumbre los otros años. Posteriormente a las 7 de la tarde, ha tenido lugar la celebración de la Eucaristía presidida por el rector de la parroquia de la Madre de Dios de Montserrat Mn. Manel Mercadé. Al inicio de la celebración se hizo la tradicional bendición de las Candelas y al finalizar, el Petit Cor de la Catedral que solemnizó la Eucaristía, cantó los populares  "Gozos en alabanza a la Virgen María del Blau", con letra de Mn. Antoni M. Parramon y música del P. Gregori M. Estrada, monje de Montserrat:

 

“Puig de la Ciutat i l’horta

el nom de Mare us escau;

Sigueu-nos del Cel la Porta,

oh clement Verge del Blau”

 

El presidente de "Blaus Lleida" Josep M. Pujol, se ha mostrado satisfecho por la respuesta, habiendo acudido a la Catedral unas 80 Blaus, acompañadas por sus padres y familiares para hacer su ofrenda: "La gran mayoría de Lleida ciudad, pero también han venido Blaus de la Segarra, las Garrigues y otros pueblos de nuestras comarcas. Confiamos que el próximo año podamos celebrar la fiesta con plena normalidad. La gente ha echado de menos la foto de familia de todas las Blaus y la chocolatada con la cual acabábamos la fiesta".

 

 

Este año se ha unido en esta fiesta tan mariana y leridana el repique de las campanas de la Seu Vella, que ha tenido lugar a las 12 del mediodía coincidiendo con la hora del Àngelus, festejándola desde la torre de la cual, históricamente, había sido su antigua catedral. Venerada desde el año 2003 en un lateral del presbiterio de la Catedral Nueva de Lleida, su fiesta ha coincidido este año con los 575 años de la imagen, puesto que fue el 1447 cuando el escultor Jordi Safont la esculpió.

 

La Virgen María del Blau la envuelve una bonita y entrañable leyenda, que explica el origen de su nombre. El relato dice que los canónigos encomendaron una imagen de la Virgen María, para ser colocada en mainel de la Puerta de los Apóstoles de la Seu Vella. El tiempo apresuraba y el escultor hizo trabajar a su aprendiz en la ejecución de la obra. Este, que tenía más calidad artística que su maestro, esculpió una hermosa cara de la Virgen. El maestro al contemplarla, no pudo contener su envidia e irritado tiró el martillo contra la cara de la Virgen María con el propósito de malograrla, pero no lo consiguió. La imagen –dice la leyenda- restó entera y en el lugar del la frente donde rebotó la herramienta, afloró una señal como sí hubiera picado en carne vía: el Moratón. Jordi Curcó.