Entrevista a Eva Miquel, directora académica del Colegio Episcopal.  

. Explícanos un signo de esperanza que hayas vivido recientemente en el aula.

Cada día tenemos signos de esperanza en el colegio: alumnos responsables, alumnos que dan el mejor de sí como personas y académicamente, andando hacia la excelencia; familias y alumnos participando en las diferentes campañas de solidaridad (recogida de alimentos, Manos Unidas, etc), alumnos haciendo posible proyectos de colaboración entre etapas, donde unos aprenden de los otros, como se preparan para recibir las primeras comuniones y confirmaciones.

. ¿Cómo se vive la multiculturalidad en la clase?

La multiculturalidad en la clase se vive con normalidad, pero hay que hacer un gran trabajo en las convicciones de nuestra cultura. Estamos abiertos al mundo, acogedores a las diferentes culturas. Somos respetuosos, y a la vez tenemos claras qué son nuestras raíces y creencias. Nuestra identidad tiene que contribuir a desarrollar una sociedad democrática, respetuosa, igualitaria y que dé valor a la vida.

. En una sociedad que cambia a tanta velocidad ¿qué valores crees que se tienen que mantener?

Los valores, partiendo de la definición calidad positiva digna de admiración, se tendrían que mantener todos: amor, familia, respeto, lucha y esfuerzo, solidaridad, compromiso. Lo único es que las acciones previstas para poderlos conseguir se han adaptado a los tiempos actuales, para que sean eficaces. Las escuelas cristianas tenemos un gran maestro que es Jesús y sus enseñanzas continúan actuales en nuestro mundo moderno.

. Imagínate que por un momento eres responsable de modificar el currículum escolar. ¿Qué añadirías? Y que eliminarías?

Esta pregunta es muy amplia, porque el currículum escolar no es lo mismo hablar de la etapa de Infantil, que en primaria y ESO, o hablar de la etapa obligatoria...
Creo que tendríamos que dar más estrategias, recursos, formación al profesorado... para hacer un buen proceso de aprendizaje, y no centrarnos en el producto final. Nuestros alumnos son más que una nota. El éxito escolar se tiene que garantizar centrándonos en la persona no bajando el nivel de los contenidos.

Hay alumnos que salen del sistema y hay que ofrecerles caminos alternativos, si no se acaban perdiendo del todo. Me gustaría recuperar la obligatoriedad hasta los catorce años, es decir, segundo de ESO y después  que pudieran escoger una rama más de manipulación, ser aprendices de un oficio, y una rama más académica para seguir con unos estudios superiores.