El Oratorio de la Virgen Blanca de la Academia acogió el pasado 17 de junio el primer Encuentro de las Advocaciones Marianas de Lleida, con la participación de medio centenar de grupos marianos y que consistió en una eucaristía y un acto de homenaje al doctor Joan Viñas, director de la institución, por su dedicación.

El obispo Salvador presidió la misa y también concelebraron el vicario general, Mn. Josep Anton Jové y otros sacerdotes de la diócesis. Nuestro pastor comenzó su homilía diciendo que "María es una mujer concreta que dijo Sí al Señor. El pueblo de Dios ha ido creando advocaciones concretas reconociendo nuestra fragilidad y todas son importantes para que la reconozcan como embajadora del cielo". Siguió su predicación asegurando que "la Virgen es única y está en el centro de nuestra devoción, porque ha puesto el Cristo en el centro de su vida".

El Obispo, al final de la homilía rogó a la Virgen para que "caminemos juntos, siempre adelante, celebrando el misterio de la Eucaristía en compañía de los hermanos". También el canto de los gozos a la Virgen Blanca de la Academia, patrona de Lleida, entonado por el Coro Units pel Cant expresan esta oración confiada a la Virgen: "Ayúdanos Virgen Blanca, guía y luz de la ciudad".

 

Terminada la celebración litúrgica, se presentaron las más de cincuenta advocaciones marianas que habían participado en este acto. Una breve referencia específica a su identidad hizo aflorar la gran riqueza de la arraigada presencia mariana en Lleida. El obispo Salvador y el doctor Joan Viñas entregaron a los representantes de cada grupo mariano una pequeña imagen de la Virgen Blanca de la Academia, un recordatorio y una estampa alusivos al acto, el libro del último certamen mariano y un tríptico informativo de la institución.

A continuación, el Obispo Salvador en nombre propio y de los miembros de la Academia Mariana, impuso la medalla de plata de la institución a su director, en reconocimiento a toda su generosa y valiosa dedicación. El doctor Viñas, que recibió con sorpresa este homenaje, clausuró el acto con unas palabras de agradecimiento a todos los presentes y también "a todos los que hacen que la Mariana sea la casa de todos, bien cuidada y que se encuentren bien". Todos juntos compartieron un refrigerio en el comedor de la Casa de la Iglesia.

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