El viernes 13 de noviembre, por la tarde, tuvo lugar en la Parroquia de Sant Ignasi de Loiola el testimonio de cuatro jóvenes, de entre 20 y 25 años, sobre sus experiencias de verano.

Un verano “de vacaciones” mirando los otros, a los más necesidades, en lugares y situaciones que nunca se lo hubieran imaginado. 

Mateo Aventín, el más joven del grupo, compartió su verano en una zona de Ruanda. Todavía estudia, pero es monitor de esplai. Anna estuvo en Nicaragua, es monitora del esplai y catequista; David, que disfrutó de una experiencia en Camerún, también es monitor de colonias y catequista, y Adan, que explicó su vicencia en Paraguay, es profesor y ex catequista.

La mesa redonda estuvo moderada por el jesuita Dani Cuesta. 

Compartieron experiencias, vivencias y situaciones de vida muy parecidas, a pesar de tenerlas en países y continentes diferentes.

Fue una mesa redonda muy enriquecedora para todos quienes les escuchamos. Estos cuatro jóvenes, en su corazón, tienen una huella de su experiencia que nunca olvidarán y también lo tienen lleno de nombres, lugares y situaciones que vivieron y les han marcado como personas.