El programa del Hecho migratorio, de Cáritas Diocesana que se ocupa de asesorar y acompañar a personas inmigradas, preparóel jueves día 11 una vigilia de oración en la que participaron unas 

cuarenta personas, entre trabajadores y voluntarios de la entidad.
La vigilia de oración se llevó a cabo en la sala de actos que había sido ambientada  simbolizando el largo y duro camino, que las personas forzadas a huir de sus países deben realizar con la esperanza de encontrar un país de acogida donde poder rehacer su vida.
La oración comenzó mostrando la dura realidad, las causas y las consecuencias de esta injusta situación que afecta a casi 60 millones de personas, las cuales  se han visto forzadas marchar de sus lugares de origen.
En la oración también leyó y meditó la Palabra de Dios y un texto del Papa Francisco que decía:
"La misericordia de Dios viene reconocida mediante nuestras obras. Ante la tragedia de miles de refugiados que huyen por miedo a la guerra y el hambre, y que han emprendido la marcha movidos por la esperanza vital, el Evangelio nos llama a ser "próximos" a los más pequeños y abandonados. A darles una esperanza concreta. "
Además, los participantes han tenido un momento para escribir en un pequeño papel un pensamiento que han podido ir a depositar cada uno atravesando un camino simbólico, hasta un pesebre, símbolo de nuestra esperanza cristiana.
Finalmente la oración se ha cerrado con la invitación escrita en su momento por el papa Francisco, para hacer realidad nuestra solidaridad personal y comunitaria con tres actitudes fundamentales:
Acompañar, servir, defender

Podéis ver aquí un pequeño vídeo de la celebración