Se trata de padre Josep Camí Camí, hijo de Aitona, que murió martirizado en 1936, junto con otro compañero, el padre Manel Lloan Marsol.

Nuestro nuevo beato, Josep Camí, fue beatificado el pasado día 3 de octubre, en una ceremonia celebrada en la Catedral de Santander, junto a 15 monjes cistercienses de la Abadía de Viaceli en Cóbreces (Santander) y dos religiosas, también de la Orden del Císter, del Monasterio de Fons Salutis, de Algemesí (Valencia).
Puede sorprendernos que un sacerdote diocesano de Lleida haya sido beatificado junto con monjes cistercienses. El motivo es sencillo. Josep Camí, de 28 años, era Vicario de Juneda, pero sintió el llamamiento de Dios a retirarse en el monasterio del Císter. Así lo comunicó a su Obispo, entonces, el también beato, Salvio Huix Miralpeix. El Obispo se lo concedió. A punto ya de entrar en el monasterio, cuando fue a despedirse de sus padres en Aitona, fue detenido y torturado bárbaramente. Podéis leer una breve biografía del nuevo beato en el libro de Mn. Ramir Viola El martirio de una Iglesia, Lleida (1981).
La ceremonia en Santander fue sencilla y al mismo tiempo impresionante. Presidida por el Cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. participaron otros obispos y abades del Císter; concelebraren unos 150 sacerdotes y asistieron más de tres mil fieles, que venían de varios pueblos donde habían nacido los 18 beatos y beatas mártires.
También de Aitona asistieron una cincuentena de personas, presididas por su alcaldesa, Rosa Pujol, y su rector, Mn. Paco Ribas, así como muchos familiares del nuevo beato, Josep Camí, que es ya el tercer hijo de Aitona, subido a los altares. Recordamos Santa Teresa Jornet y el beato Francesc Palau. Aitona es realmente “cuna de santos”. También participó en el peregrinaje el padre Joan R. Ezquerra, responsable diocesano de las Causas de los Santos.
Al final de la ceremonia, el Obispo de Santander leyó una carta de nuestro obispo, Mons. Salvador Giménez, en la que agradecía esta beatificación de uno de nuestros sacerdotes, al mismo tiempo que excusaba su presencia por compromisos contraídos muchos meses antes.
Esperamos que algún día –ya se avisará oportunamente- haya una celebración de acción de gracias por la beatificación de nuestro estimado Josep Camí Camí, a la intercesión del cual, ya desde ahora, encomendamos nuestras parroquias y nuestro Obispado.
Enlaces de interés para seguir la noticia y ver más fotos:

El Diario Montañés (1 y 2) y fotografías (1 y 2)