El obispo de Lleida y presidente de la Comisión de Medios de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Joan Piris Frígola, ha alentado a los periodistas y comunicadores a buscar la excelencia en el trabajo, “una excelencia que recorre el camino de la preocupación por la humanidad, de la proximidad de los que sufren, del servicio a los otros”, durante la ceremonia de entrega de los premios Bravo 2013, que se ha celebrado el 5 de febrero en Madrid.

El obispo Joan ha presidido el acto de entrega de estos galardones, en los que la Iglesia española reconoce la tarea de aquellos profesionales que en los diferentes medios del mundo de la comunicación se han distinguido por el servicio a la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos”.

Durante el acto, al cual ha asistido el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo, el Obispo de Lleida ha dicho que es consciente que en el trabajo de los profesionales de la comunicación se entrecruzan a veces intereses políticos o económicos que intentan, sutilmente o de forma descarada, distraerlos hacia causas menores, de aquí este llamamiento a perseverar en la investigación de la excelencia. “No renunciéis a esta manera de trabajar, puesto que muchas cosas dependen del trabajo periodístico bien hecho”, les ha dicho el obispo Joan, que ha manifestado que a nuestro mundo le sobra frivolidad y le falta ternura”.

Monseñor Piris ha explicado que con estos premios Bravo, que este año han llegado a su edición número 40, la Conferencia Episcopal quiere hacer un reconocimiento público y explícito de la tarea periodística bien hecha. “La comunicación tiene que estar siempre al servicio de los otros. No estamos hechos para nosotros mismos, sino para los demás. Sólo aquellos a quien ofrecemos la verdad les estamos haciendo plenamente más humanos, porque la humanidad sólo se realiza con la verdad. Un servicio que facilita la cultura del encuentro, de la que el Papa Francisco nos habla en su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales”.

Relación de galardonados con los premios Bravo 2013 han sido:

En categoría especial, el padre Federico Lombardi, director de Sala Stampa (oficina de prensa) de la Santa Sede, “por su trayectoria y por haber puesto una cara amable a la comunicación de la Iglesia, con la cual sabe transmitir la paz que necesita el mundo de la comunicación”, según el obispo Joan.

En la categoría de prensa escrita para Mundo Cristiano, revista que lleva cincuenta años acercando la perspectiva cristiana de las cosas de nuestro tiempo a todos sus lectores. El programa Iglesia Noticia, de la cadena Cope, y sus conductores, Faustino Catalina y Eva Galvache, se llevaron el premio de radio, al ser una ventana a través de la cual se da a conocer la vida de la Iglesia en todo el mundo. El programa MasterChef, de TVE, fue galardonado con el premio de televisión, “al ser la demostración de que se pueden hacer nuevos formatos a partir de la vida diaria, sin perder calidad, interés y profesionalidad”, según ha justificado Mons. Piris.

La humanidad de Montserrat Caballé (música), la película “Un Diós prohibido’ (cine), la ONCE y Ogilvy Mather, por su campaña publicitaria; la Agencia 101, responsable del perfil de twitter del Santo Padre, @pontifex, en el apartado de las nuevas tecnologías, y la agencia de noticias Odisur fueron otras galardonadas.

Antes de finalizar el acto, el obispo Joan ha tenido unas palabras de recuerdo para dos ex premiados recientemente traspasados (Agustìn Fernández Buj, delegado de la diócesis de Teruel, y el maestro de periodistas Manuel de Unciti). Mons. Piris también ha querido solidarizarse con los tres periodistas secuestrados en Siria y sus familias, antes de dirigirse a los premiados para decirles que eran “un estímulo para la profesión” y para alentarlos a continuar en esa línea. “Les necesitamos así”, ha concluido.