El 4 de diciembre de 1963 marca una etapa fundamental en la relación entre la Iglesia y los medios de comunicación. Ese día se cierra la sesión pública del segundo periodo del Concilio Vaticano II y se realiza la votación del Decreto sobre los instrumentos de la Comunicación social, Inter Mirifica.
Tal día como hoy Pablo VI firmaba el Decreto Inter Mirífica. Era la primera vez que los obispos dedicaban un documento oficial a los medios de comunicación. Una muestra de la importancia que la Iglesia otorga a los medios de comunicación como instrumento de relación social y de anuncio del Evangelio.