La Generalitat ha declarado la capilla de Santiago o del “Peu del Romeu” y la iglesia de San Martín, ambos templos de Lleida, bienes culturales de interés nacional (BCIN), en concreto, en la categoría de monumento histórico.

De hecho, en 1980 la Generalitat ya incoó el expediente de la declaración de la iglesia de San Martín y por eso desde entonces ya se ha considerado BCIN. Ahora este templo ya tiene la declaración oficial.

Capilla del “Peu del Romeu”

La capilla de Santiago, también llamada de Santiago o "El Peu del Romeu", está ubicada en el casco antiguo de Lleida. La situación de este monumento es un hito que configura una entidad de interés histórico y tradicional en la ciudad de Lleida, por haber sido y ser uno de los lugares por donde pasa el Camino de Santiago.

El nombre popular que se atribuye a la capilla, "El Pie del Romeo", proviene de la tradición según la cual el apóstol Santiago, en su camino de predicación hacia Zaragoza, se clavó una espina en el pie en este mismo lugar y unos ángeles bajaron con faroles para ayudarle.

Se trata de un edificio de planta cuadrangular. La planta baja fue construida en el siglo XV con estructura de piedra, mientras que las plantas superiores, construidas en ladrillo, datan de 1883.

Iglesia de San Martín

La iglesia de San Martín de Lleida es un elemento representativo de la transición entre el románico y las manifestaciones del estilo gótico, que más tarde incorpora las tendencias de restauración tanto del siglo XIX como del siglo XX.

Está ubicada en el lado occidental de la colina de la Seu Vella de Lleida. Se tiene constancia de la existencia de la parroquia de San Martín desde el año 1168, aunque la construcción del edificio corresponde a la segunda mitad de los siglos XII y XIII. Durante los siglos XIV y XV se añadieron capillas laterales, como la del Santísimo. Sin embargo, después de la Guerra de los Segadores y de la guerra de la Independencia, la iglesia se utilizó como cuartel y pasó por períodos de abandono. A principios del siglo XIX, de acuerdo con el proyecto del académico Antoni Cellers, se transformó en prisión hasta que, en 1892, el obispo Messeguer consiguió que se traspasara la propiedad, la restauró y la recuperó para el culto. Posteriormente, en 1970, se instala la sección de escultura medieval del Museo Diocesano de Lleida. En 1997 fue restaurada por el Departamento de Cultura con el fin de que continuara funcionando como Museo Diocesano mientras se realizaban las obras de su nueva sede.