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El pueblo de Alguaire vivió el pasado domingo 19 de octubre los actos centrales de la conmemoración del 1.400 aniversario de la muerte de Sant Faust o Fausto, labriego y confesor, que según antigua y arraigada tradición nació en este pueblo del Segrià.

Los actos, organizados conjuntamente por el Ayuntamiento de Alguaire y la parroquia, con la implicación de las entidades culturales y sociales, han tenido como eje central el hermanamiento con el pueblo alavés de Bujanda, situado en el Valle del Campezo, a unos treinta kilómetros de la capital, donde en su iglesia se conserva en un sepulcro el que se supone es el cuerpo incorrupto del santo de Alguaire.

 

 

Procesión por las calles del pueblo

Los actos religiosos en honor de San Fausto se iniciaron, a las 12 del mediodía, con una solemne procesión por las calles del pueblo, engalanados con señeras y domassos. La imagen de San Fausto fue acompañada por centenares de alguairencs, así como devotos del santo venidos de pueblos cercanos como Rosselló, Torrefarrera o Alpicat.

La procesión estuvo presidida por nuestro obispo, Joan Piris, acompañado por el rector de Alguaire, Mn. Carles Martí, y el de Bujanda. La imagen del Santo fue portada por alguairencs que se llaman Fausto y acompañada por las pubilles y cabalers, así como por el alcalde, Antoni Perea, y concejales; el director de Governació de la Generalitat en Lleida, Jordi Curcó, y el vicepresidente de la Diputación, Miquel Padilla.

De regreso a la iglesia parroquial de Sant Serni, se ofició la Misa Mayor en honor de Santo Fausto, conmemorando su fiesta que litúrgicamente se celebró el 14 de octubre. El obispo Piris en su homilía felicitó el pueblo de Alguaire por ser “cuna” de un santo: “una obra buena de Dios, de la cual tenemos que dar gracias”. Presentó a San Fausto como testigo de Cristo en el seguimiento del Evangelio.

En el momento del ofertoriolas pubilles y herederos presentaron en el altar flores y frutos de la tierra, así como el pan y el vino. Finalizada la celebración el obispo Joan y los concelebrantes, las autoridades, las pubilles y herederos y todos los fieles se trasladaron al altar de San Fausto, para venerar su reliquia y recibir la “Coca del Santo” después de ser bendecida por el obispo de Lleida, mientras la Coral Ginestell, que solemnizó la fiesta, entonaba los populares Gozos a San Fausto:

Puix sou Sant portentós

amb aquell qui en vós confia:

siau nostre empar i guia

Oh Sant Faust molt gloriós

Finalizada la celebración religiosa, en la plaza de la iglesia, ante el monumento al historiador Josep Lladonosa, hubo un recital de sardanas, con la participación de los jóvenes del grupo de danzas “Los Merlinets”.

Los actos concluyeron en una comida de hermandad con más de 200 comensales.

Nacido en Alguaire y venerado también a Bujanda

Con esta fiesta de hermanamiento, se ha querido también recuperar la memoria histórica y la tradición fuertemente arraigada tanto en Alguaire y comarca del Segrià, como Bujanda, que nos dice que San Fausto nació en Alguaire a finales del siglo VI, donde vivió con fama de santidad y donde murió el 14 de octubre en 614.

La leyenda nos explica que el santo había pedido a sus conciudadanos, que cuando muriera le colocaran sobre una caballería y que le enterraran en aquel lugar donde Dios la condujera. Así lo hicieron, pero la caballería, dicen que guiada por la Providencia, atravesó los reinos de Aragón, Navarra y Castilla, hasta llegar ya en el País Vasco, al pueblo alavés de Bujanda, donde finalmente se detuvo y allí fue depositado su cuerpo, donde todavía repone.

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