La iglesia de Sant Llorenç de Lleida permanecerá cerrada al culto y a las visitas durante un plazo aproximado de cinco meses a causa de las obras de restauración que permitirán sanear las bóvedas y las piedras de las paredes que están en mal estado, así como aislar de las paredes el retablo de Santa Úrsula que, a causa de les humedades, está viendo afectada su policromía. Las actuaciones, que está previsto que empiecen el próximo 7 de noviembre, se podrán llevar a cabo gracias a los 975.000 euros del programa "Temps de Gòtic", que subvenciona la Fundació "la Caixa" en convenio con el Departament de Cultura de la Generalitat. Este programa prevé intervenciones en 17 monumentos góticos catalanes por un importe superior a los 10 milones de euros.

Una de las actuaciones principales que se llevarán a cabo en Sant Llorenç consiste en un tratamiento que frene la degradación de las piedras areniscas del templo, que van acusando desprendimientos. Los efectos del incendio provocado en el interior del templo durante la Guerra Civil también ha tenido efecto en el deterioro de las bóvedas.

Mientras dure el cierre de Sant Llorenç se continuará celebrando el culto en el local parroquial con misas en los días laborables y festivos en el mismo horario que hasta ahora.

La iglesia de Sant Llorenç, construida entre los siglos XII y XV es originariamente de estilo románico, pero con ampliaciones y acabados góticos, como el propio campanario. El templo ha sido catedral de Lleida en dos períodos históricos distintos. Durant más de 70 años en el siglo XVIII, entre el momento en que Felipe V cerró la Seu Vella al culto para militarizarla hasta la construcción de la Catedral Nueva y, después de la Guerra Civil, hasta la restauració de la Catedral, gravemente afectada por un incendio intencionado en 1936.