Un grupo de personas de las parroquias de la Vall d’Àger han completado, entre el 21 y el 28 de agosto, diversas etapas del Camino de Santiago, en una experiencia que les ha permitido encontrarse con unos paisajes extraordinarios llenos de la magnificencia de la creación de Dios, y compartir las dificultades del trayecto y los momentos de alegría.

Cada uno ha vivido situaciones diferentes y también han surgido dificultades que han facilitado la reflexión sobre lo que es verdaderamente necesario e importante.

Los peregrinos han sentido la presencia de un Dios próximo que les acompañaba, de un Padre que ama y abraza. "Ha sido para nosotros, creyentes, un regalo de Dios, que nos ha unido a El siendo conscientes de los sacrificios que hizo para anunciar la Buena Nueva". Una vez completado el viaje, rezan por que "la semilla que El ha plantado en nosotros nos dé los frutos que El desea".