Este martes, 11 de mayo, se ha publicado el Motu proprio 'Antiquum ministerium' con el cual Francisco establece el ministerio laical de catequista: una necesidad urgente para la evangelización en el mundo contemporáneo, que se ha hecho de forma secular, sin caer en la clericalización.

 

"Fidelidad al pasado y la responsabilidad por el presente" son "las condiciones indispensables porque la Iglesia pueda llevar a cabo su misión en el mundo": así lo escribe el papa Francisco en el Motu proprio 'Antiquum ministerium' firmado este 10 de mayo, memoria litúrgica de San Juan de Ávila, presbítero y Doctor de la Iglesia - con el cual instituye el ministerio laical de catequista.

 

En el contexto de la evangelización en el mundo contemporáneo y ante "la imposición de una cultura globalizada", de hecho, "hay que reconocer la presencia de laicos y laicas que, en virtud del propio bautismo, se sienten gritados a colaborar en el servicio de la catequesis". No sólo esto: el Pontífice subraya la importancia "de auténtico encuentro con las jóvenes generaciones", así como "la exigencia de metodologías e instrumentos creativos que hagan coherente el anuncio del Evangelio con la transformación misionera que la Iglesia ha emprendido".

 

Un ministerio nuevo, pero con orígenes antiguos

 

El nuevo ministerio tiene orígenes muy antiguos que se remontan al Nuevo Testamento: de forma germinal, se menciona, por ejemplo, en el Evangelio de Lucas y en las Cartas del apóstol santo Pablo a los cristianos de Corinto y a los Gálatas. Pero "toda la historia de la evangelización en estos dos milenios", escribe el Papa, "muestra con gran evidencia lo eficaz que ha sido la misión de los catequistas", que han conseguido que "la fe fuera un apoyo válido para la existencia personal de cada ser humano ", llegando a "dar incluso la vida "por este fin.

 

Desde el Concilio Vaticano II, pues, se ha tomado conciencia que "la tarea del catequista es de gran importancia", además de necesaria para el "desarrollo de la comunidad cristiana". Todavía hoy, continúa el Motu proprio, "muchos catequistas capaces y tenaces" ejercen una "misión insustituible en la transmisión y profundización de la fe", mientras que una "larga fila" de beatos, santos y mártires catequistas "han marcado la misión de la Iglesia", constituyendo" una fuente fecunda para toda la historia de la espiritualidad cristiana".

 

Transformar la sociedad a través de los valores cristianos

 

Por eso, sin restar importancia a la "misión propia del obispo, que es el primer catequista de su Diócesis", ni a la "responsabilidad peculiar de los padres" en cuanto a la formación cristiana de sus hijos, el Papa exhorta a valorar los laicos que colaboran en el servicio de la catequesis, saliendo al encuentro "de los muchos que esperan conocer la belleza, la bondad y la verdad de la fe cristiana." Corresponde a los pastores - subraya además Francisco - reconocer "los ministerios laicales capaces de contribuir a la transformación de la sociedad mediante 'la penetración de los valores cristianos en el mundo social, político y económico'".

 

Evitar las formas de clericalización

 

Testigo de la fe, maestro, mistagogo, compañero y pedagogo, el catequista, explica el Pontífice, está llamado a ponerse al servicio pastoral de la transmisión de la fe desde el primer anuncio hasta la preparación para los sacramentos de la iniciación cristiana, hasta la formación permanente. Pero todo esto sólo es posible "a través de la oración, el estudio y la participación directa en la vida de la comunidad", para que la identidad del catequista se desarrolle con "coherencia y responsabilidad". Recibir el ministerio laical del catequista, de hecho, "da más énfasis al compromiso misionero propio de cada bautizado". Tiene que realizar, recomienda Francisco, "de manera plenamente secular, sin caer en ninguna expresión de clericalización".

 

La Congregación para el Culto Divino publicará el Rito de Institución

 

El ministerio laical de catequista tiene también "un fuerte valor vocacional" porque "es un servicio estable prestado en la Iglesia local" que requiere "el debido discernimiento por parte del Obispo" y un Rito de Institución especial que la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicará próximamente. Al mismo tiempo, señala el Pontífice, los catequistas tienen que ser hombres y mujeres "de profunda fe y madurez humana"; tienen que participar activamente en la vida de la comunidad cristiana; tienen que ser capaces "de hospitalidad, generosidad y vida de comunión fraterna"; tienen que formarse desde el punto de vista bíblico, teológico, pastoral y pedagógico; tienen que tener una experiencia previa madura de catequesis; tienen que colaborar fielmente con los presbíteros y diáconos, y " estar animados por un verdadero entusiasmo apostólico".

 

La invitación de Papa en las Conferencias episcopales

 

Finalmente, el Papa invita en las Conferencias Episcopales a "hacer efectivo el ministerio del catequista" estableciendo el proceso formativo y los criterios normativos necesarios para acceder, de manera coherente y en conformidad con el Motu proprio que puede ser acogido también, " en base a su derecho propio ", por las Iglesias orientales".

 

FUENTE: Agència Cristiana de Notícies Flama. 

 

En el siguiente enlace podéis leer el texto entero del Motu proprio:

 

http://www.tarraconense.cat/carta-apostolica-en-forma-de-motu-proprio-an...

 

FOTO: Imagen de archivo de un encuentro del Obispo Salvador con niños de catequesis del colegio Claver.