Queridos diocesanos:

El pasado domingo os anunciaba la celebración de la Solemnidad del CORPUS CHRISTI que en estos días vivimos con mucha fiesta y alegría todos los cristianos. Este año es una manifestación inédita porque hemos suprimido los actos externos y hemos mantenido solo la Eucaristía y la adoración del Santísimo dentro de los templos. Todos sois conocedores de los motivos.

Mi comentario de hoy quiere ser más concreto y apela a nuestros valores personales y familiares. También hoy es la fiesta de CÁRITAS DIOCESANA, cuyas personas responsables, voluntarias y contratadas, dades las circunstancias del momento, nos proponen una manera diferente de participación que me parece importante comunicarlo a la comunidad diocesana: implicarnos más para lograr una mejor tarea en favor de las personas más necesitadas y hacer llegar a los corazones de todos el espíritu de la institución y su estabilidad material para ampliar la ayuda a las personas más vulnerables. Y esto es un reto de todos, especialmente, de las comunidades cristianas. En muchas parroquias existe el grupo de Cáritas que tiene la misión de recordar a toda la comunidad el aspecto esencial de la vida cristiana que se alimenta de la caridad, motivada por la fe y acompañada por la esperanza. Agradezco la disponibilidad de un gran número de cristianos que dedican su tiempo a hacer patente el recuerdo caritativo con el acompañamiento y las limosnas. Doy gracias también a todos los que rogáis a Dios por las necesidades de las personas que sufren y por vuestra colaboración personal y económica.

También es ahora un buen momento para agradecer a todas las personas que ayudan a las Caritas, valoran positivamente su esfuerzo y tienen en gran aprecio y reconocimiento la tarea que llevan adelante los miembros más implicados en esta bendita institución.

Si me permitís la osadía querría pediros algo más. Que os planteéis haceros más exigentes en vuestro compromiso. Que es hagáis socios de CÁRITAS con una aportación económica mensual, trimestral o anual. Hago un llamamiento a aumentar el número de personas socias y colaboradoras para que se pueda estabilizar el presupuesto de cada año y que ayuden a programar aquellas actividades que, según las aportaciones comprometidas, sean realizables.

Es cierto que la caridad cristiana no está fundamentada en papeles, en cifras o en listas. Nuestra caridad se basa en del mandato de Jesús que insistía en el compartir nuestros bienes, en el peligro de acumular riquezas, en el olvido de quienes mendigan. Pero lo deja a nuestra responsabilidad y en el ejercicio de nuestra libertad. Todos recordamos la anécdota del publicano y de la viuda en su plegaria y actitud ante el Señor quien conoce realmente nuestro interior.

Pero también es cierto que nuestra sociedad, bastante tecnificada, transparente y con el interés constante de dar cuentas nos obliga a una planificación más coherente, más fiel a los principios evangélicos y con un atractivo especial para desarrollar el aprecio hacia los otros. No hay otra salida para los discípulos de Jesucristo. La doble y simultánea mirada que resume el Señor al joven que le pedía por el cumplimiento exacto de los mandamientos. Nos lo dice también a nosotros en este momento y en esta sociedad.

Cáritas Diocesana de Lleida es la expresión organizada de la acción solidaria y caritativa de toda la comunidad, por eso os aliento a concretar vuestro compromiso. Abajo tenéis los medios.

Con mi bendición y afecto.

+Salvador Giménez, obispo de Lleida.

Cuenta ES49 2100 0508 0802 0002 864. O bien en www.caritaslleida.net (llenando el boletín). O llamando al teléfono 973 28 30 81.