Más de 300 actividades para dar a conocer el valor patrimonial de unas 180 iglesias de toda Catalunya, la creación de una red que reune iglesies con valor patrimonial notable y una oferta turística propia o 40 sesiones paar formar técnicos y profesionales en diferentes àmbitos son algunos ejemplos de la acción de Catalonia Sacra en sus primeros 10 años de vida. Esta iniciativa de las diez diócesis con sede en Catalunya para dar razón del patrimonio cultural de la Iglesia y darlo a conocer acaba de cumplir 10 años. Este martes 4 de octubre, Catalonia Sacra ha celebrado la efeméride en un acto en la iglesia del Monasterio de Sant Pau del Camp (Barcelona) en que han participado -entre otros- los obispos de la Conferencia Episcopal Tarraconense (CET) y representantes institucionales.

El obispo de Lleida, Salvador Giménez, presidente del Secretariado Interdiocesano de Custodia y Promoción del Arte Sacro (SICPAS) que es la organización que lidera Catalonia Sacra, ha sintetizado en su intervención los retos que tiene Catalonia Sacra para los próximos años, una vez consolidado su papel como agente relevante en el ámbito del patrimonio cultural catalán. "Haciad dentro, mejorando la gestión global de nuestros equipamientos y con una más amplia cooperación entre ellos"; y hacia fuera "sumando cómplices y colaboradores" que faciliten la gestión, mantenimiento y conservación y haciendo del patrimonio cultural una puerta de entrada al cristianismo; porque visitar este patrimonio también tiene "un valor religioso".

El coordinador de Catalonia Sacra, Dani Font, fue el encargado de hacer una mirada retrospectiva al camino recorrido. Esta década ha servido, según Font, para que la Iglesia haya hecho un "convencimiento colectivo" para gestionar el patrimonio con "una mirada abierta". Este hecho se denota, como ejemplo, con la apuesta de las diferentes diócesis por profesionales "jóvenes y preparados técnicamente, con un bagaje institucional importante" que, desde la independencia de cada obispado, se está implicando por consolidar una propuesta con elementos comunes en todo el territorio. Font ha cerrado su intervención con un recuerdo por el obispo de Girona, Mons Francesc Pardo, traspasado hace unos meses, y que ha sido "puntal imprescindible" para que Catalonia Sacra saliera adelante.

En nombre de las diez diócesis con sede en Catalunya intervino la delegada del Obispado de Urgell, Clara Arbués, que resaltó el valor cultural del patrimonio presente en todo el territorio y la importancia de una buena gestión. La directora general del Patrimoni, Sònia Hernández, que -conjuntamente con la directora general de Afers Religiosos, Yvonne Griley, fueron los representantes de la Generalitat de Catalunya- también destacó el peso que el patrimonoi cultural de la Igeésia tiene en el conjunto de elementos patrimoniales del país y en el objectivo de seguir sumando sinergias entre iglesia y administración.

En el acto también se proyectaron diversas reflexiones alrededor de los valores del patrimonio, a cargo de Marc Sureda (el valor litúrgico original), Mn. Robert Baró (el testimonio de la historia), Dr. Francesc Miralpeix (la importancia de la sociabilidad parroquial), Dra. Maria Garganté (santuarios, fe y paisaje) y Dr. Jordi Faulí (sobre los espacios arquitectónicos como atmósferas espirituales).

Los arzobispos de Barcelona, Mons. Joan Josep Omella y de Tarragona, Mons. Joan Planellas, fueron los encaregados de abrir y cerrar el acto e hicieron una reflexión sobre la importancia del patrimonio y su papel para entender el propio relato de la Iglesia y la fe.