A LOS SACERDOTES, RELIGIOSOS Y LAICOS DE LA DIÓCESIS.

 

Queridos hermanos:

Ya estoy en el despacho del obispado tras recibir el alta médica del hospital Santa María donde tuve una intervención quirúrgica el pasado 27 de enero. Han sido seis días de reposo obligado recibiendo exquisitas atenciones de todo el personal sanitario del centro a quienes les agradezco sinceramente su servicio. La cuestión que me llevó al quirófano es bastante común entre los varones, no reviste excesiva gravedad aunque siempre resulta molesta y pesada la estancia en el hospital.

 

Os escribo estas líneas, es lo primero que hago, para agradecer vuestras oraciones por mi pronto restablecimiento. Sé que le habéis pedido al buen Dios por mí y por todos aquellos que, en estos momentos, sufren las dificultades de la enfermedad. Uno experimenta su propia fragilidad y pone su confianza en el Señor, de quien nos viene la salvación y la paz.

 

Lo que más he sentido es no haber podido acompañar a los familiares de nuestros hermanos sacerdotes José Luís Olaechea y Francesc Miret en sus últimos momentos y en la oración comunitaria tras su fallecimiento. Estuve unido en la oración desde el hospital. Que el Señor les acoja en la gloria eterna.

 

Hoy, Fiesta de la Presentación del Señor en el templo, es un buen día para rogar de forma especial por todos los miembros de la Vida Consagrada y por los componentes de Vida Creixent. Recibid un saludo cordial en el Señor y reitero mi gratitud a todos.

 

+ Salvador Giménez

Obispo de Lleida.