Me parece que todos conocéis la convocatoria del Sínodo de los Obispos que ha hecho el Papa para el año 2023 en el Vaticano en el que propone la colaboración de todas las diócesis del mundo en un proceso de reflexión y oración que durará más de dos años. El tema es el siguiente: “Por una Iglesia sinodal, comunión, participación y misión”.
El papa Francisco ha pedido que el domingo, 17 de octubre, se celebre un acto de apertura sinodal en cada diócesis. Así lo haremos nosotros este domingo por la tarde. Así se ha decidido pensando que en esos momentos hay muchas menos celebraciones eucarísticas en las parroquias. Más que una invitación generalizada a este acto concreto que se da por descontado, quiero insistir en vuestra participación presencial y esperanzada en todo aquello que rodea este acontecimiento eclesial atendiendo a las limitaciones sanitarias impuestas por las circunstancias actuales. Especialmente contamos también con las oraciones de todos, sobre todo de aquellos enfermos e impedidos que no pueden acudir a estos encuentros generales.
En un comentario del pasado 12 de septiembre informaba del contenido de esta iniciativa del Papa anunciando la convocatoria. Ante esta llamada a la Iglesia universal desciendo a nuestra condición particular o diocesana y animo a todos al esfuerzo por construir una comunidad acogedora y misionera. El mismo papa Francisco afirmaba en la encíclica Fratelli tutti (núm 8): “Nadie puede pelear la vida aisladamente. Se necesita una comunidad que nos sostenga, que nos ayude y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia delante. ¡Qué importante es soñar juntos. Solos se corre el riesgo de tener espejismos en los que ves lo que no hay…” En nuestro Plan Diocesano de Pastoral hacíamos una referencia concreta: Todos somos necesarios y nadie debe quedar excluido de realizar su aportación porque la palabra y la actuación de cada uno enriquecen la vida de todos.
Ahí está la razón de informar en este momento de la apertura del Sínodo en el nivel diocesano apelando a la responsabilidad de todos los católicos para su presencia activa y para su participación entusiasta. Para ello el obispado tiene que facilitar las condiciones adecuadas para la celebración de este acontecimiento el mismo día que lo harán todas las diócesis del mundo. El domingo anterior ya fue la celebración en el Vaticano presidida por el mismo papa Francisco.
Con este motivo a las 17.30 horas en la catedral se celebrará la Eucaristía. Nos encontraremos todos: sacerdotes, diáconos, miembros de Vida Consagrada, laicos pidiendo ayuda al Señor para que esta etapa eclesial sea beneficiosa y responda adecuadamente a los retos que el mundo nos depara ante la propuesta de la evangelización que la Iglesia constantemente realiza. Se respetarán los horarios que cada parroquia ha dispuesto para las misas del domingo por la mañana. Se priorizará el acto de la catedral. Es una hora en la que no hay anunciada ninguna celebración en las diversas parroquias. Se puede mantener la Eucaristía en las parroquias que así lo tengan establecido a partir de las 19.30
horas. Desde ese día se nos pide reflexión y responder a los cuestionarios que ha preparado la Secretaría del Sínodo y que os haremos llegar a todos. Ese período de consulta diocesana termina en marzo de 2022.
+Salvador Giménez, obispo de Lleida.