Nacido en Juneda el 19 de enero de 1878, se formó en el Seminario de Lleida y fue ordenado sacerdote el 25 de mayo de 1907. Residió siempre en su pueblo natal, al serle adjudicado ese mismo año un beneficio de la parroquia junedenca.

Encontrándose, pues, en su domicilio de Juneda, el Comité local le detuvo a primeras horas del día 21 de julio de 1936, conduciéndole a la iglesia convertida en cárcel. Liberado horas después, fue detenido otra vez a media mañana y trasladado a Lleida. Durante el trayecto hizo una apología de la religión que impresionó e hizo reflexionar después al encargado del pelotón. Una vez en Lleida fue encarcelado permaneciendo en la cárcel hasta la noche del 19 al 20 de agosto. Entonces fue sacado de la prisión, llevado al cementerio y fusilado.

Fue uno de los 72 sacerdotes y religiosos asesinados esa trágica noche, prueba fehaciente de la violencia de la persecución religiosa que sufrió la Iglesia de Lleida. Al salir de la cárcel perdonó a los que iban a matarlo y se despidió de los compañeros con un “hasta el cielo, allí nos encontraremos todos”.