Nacido en Narbona (Francia) el 4 de diciembre de 1901, estudió en el Seminario de Lleida y fue ordenado sacerdote el 30 de mayo de 1926. Piadoso y con gran celo apostólico, fue primero ecónomo de Oronés y después de Blancafort, para pasar en 1933 como vicario a Almatret para ayudar a su tío Mn. Antón Alberti que era párroco de la localidad.
En julio de 1936 residía, pues, en Almatret donde vivía en compañía de su madre y de una hermana. Al estallar la guerra recluido en su domicilio no fue molestado, pero el día 28 llegó a Almatret un grupo de milicianos armados procedentes de Fayón y de otros pueblos vecinos, irrumpieron en su piso y habiéndose identificado como sacerdote, le detuvieron y se lo llevaron.
Le dejaron primero en un corral en las afueras de la población donde le hicieron objeto de graves sufrimientos, lesiones y dolor físico, y le obligaron después, junto con Mn. Albertí y Mn. Enric Claverol, a hacer una dolorosa caminata de unos tres kilómetros por el camino de Ribarroja. Fue en un bosquecillo al principio de este término municipal donde acabaron con sus vidas matándoles de unos tiros. Seguidamente quemaron sus cuerpos. Tenía 34 años.
Acabada la guerra, sus restos mortales fueron recuperados y trasladados al cementerio de Almatret