El pasado día 31 de enero de 2007, falleció, en Cali -Colombia- Mn. Antonio Jové Jové, sacerdote oriundo de la Diócesis de Lleida que, desde el año 1963, prestaba servicio pastoral en la Arquidiócesis de Cali, Colombia.

La noticia de la muerte de Mn. Antonio Jové llegó a Lleida la tarde del mismo día 31, conmocionando a cuantos la iban conociendo. Lejos de la tierra natal que le vio nacer y crecer, descansan sus restos mortales en la tierra que sazonó con su entrega pastoral y que conoció sus afanes y tareas apostólicas.

Mn. Antonio Jové nació en Vallbona de les Monges el 11 de febrero de 1930, pasando a vivir a Bell-lloc, donde se trasladó la família; cursó los estudios eclesiásticos en el Seminario de LLeida, siendo ordenado sacerdote el 29 de junio de 1955.

El Sr. Obispo le nombró “Superior de la Escuela Preparatoria del Seminario” y más tarde “ Prefecto de Disciplina de Humanidades” en el mismo Seminario”, cargo que ostentó hasta 1962 en que dejó el Seminario para preparar su marcha a Cali el año 1963, incorporándose al equipo sacerdotal “ Nuestra Señora de Guadalupe”, de los sacerdotes leridanos que habían llegado a la archidiócesis de Calí dos años antes. Fue a Cali como sacerdote de la Obra de Cooperación Sacerdotal Latino Americana (OCSHA) en respuesta a la llamada del Papa que pedía sacerdotes para aquellas tierras.

En Calí ejerció su ministerio en las parroquias de San Pedro Claver, San Juan Evangelista, Niño Dios de Belén y en la del Santo Cura de Ars, todas de la ciudad de Cali.

Entusiasta y experto en catequesis, dedicó tiempo y esfuerzos a la promoción de la Catequesis publicando textos de Catecismo y llegando incluso a fundar una editorial especializada en el tema. Sus “catecismos” le dieron a conocer en toda la geografía colombiana, siendo invitado a dar charlas y conferencias a parroquias y movimientos.

El día 1 de febrero, jueves, a las dos de la tarde se celebró la Misa Funeral por su eterno descanso, en la Parroquia del Santo Cura de Ars, de la que era el primer Párroco. Presidió la celebración el presbítero D. Sebastián Aldomá Bonjorn, también sacerdote de Lleida, párroco emérito del Niño Dios de Belén. La Capilla Ardiente se instaló en dicha Parroquia siendo muy visitada por sus feligreses y amigos. Recibió cristiana sepultura en el Cementerio Metropolitano del Norte.

En la capilla del cementerio, llena a rebosar, a las 4 de la tarde, el Sr. Arzobispo Mons. Juan Francisco Sarasti Jaramillo presidió una concelebración eucarística en la que participaron los Sres. obispos auxiliares, unos 50 sacerdotes diocesanos y numerosos laicos, especialmente de las parroquias que Don Antonio había regentado y que quisieron así darle el último adiós en señal de gratitud a él y a la Iglesia por el servicio a la fe en las comunidades católicas de Cali.

Después de la comunión, el Sr. Arzobispo de Cali entregó al sacerdote Joan Miquel Martínez, de Lleida, la carta de condolencia que había recibido del Sr. Obispo de Lleida Mons. Francesc Xavier Ciuraneta. A la carta respondió toda la asamblea con un espontáneo aplauso.

Lleida, su diócesis madre, celebrará una Misa Exequial por su descanso el próximo día 6 de febrero, martes, a las 10,30 horas, en la parroquia de Sant Llorenç, mártir. Celebración que estará presidida por Mons. Francesc Xavier Ciuraneta, Obispo de la Diócesis de Lleida, contando con la asistencia del presbiterio diocesano.

Con nuestro adiós al presbítero D. Antonio Jové, damos gracias a Dios por su donación al servicio de la Iglesia con especial espíritu misionero. Descanse en paz.

Jaume Montaña.

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El Obispo de Lleida

Lleida, 1 de febrero del 2007

 Excmo. y Rvdmo. Monseñor

Juan Francisco Sarasti Jaramillo

Arzobispo de Cali (Colombia)

Excelencia Reverendísima,

 En la tarde de ayer, me comunicaron la defunción del Pbro. Antonio Jové Jové, sacerdote de la diócesis de Lleida que ha prestado servicio en la Archidiócesis de Cali desde el año 1963. 

Excelencia, quiero expresarle mi más sincera condolencia por la muerte de nuestro querido Don Antonio. Pensamos que esta muerte representa una gran pérdida para la Archidiócesis de Cali, como lo es muy especialmente también para la diócesis de Lleida. Por ello, uno a mi condolencia la de toda mi diócesis, muy especialmente la de todos los sacerdotes, que le apreciaban y sabían de su entrega generosa en tierras de Colombia. 

De una manera particular han sentido esta pérdida los sacerdotes Amadeo Carrera y Juan Boldú, que ahora están en Lleida, y que habían compartido con el Padre Antonio el trabajo apostólico en Cali durante largos años. 

Personalmente, agradezco al Señor haber celebrado con él en mayo del 2005 sus bodas de oro sacerdotales, momentos en los que pude ver destellar en el Padre Antonio Jové los rasgos de una persona consagrada, convencida e ilusionada por Jesucristo, la Iglesia y el servicio pastoral a las personas. 

Nos unimos de corazón a la misa exequial que se celebrará hoy, jueves, en Cali, la archidiócesis que le acogió generosamente y en la que pudo realizar su entrega total hasta el fin de sus días en este mundo. 

Y por supuesto, agradece también todo el afecto y confianza que se le tuvo por parte de sus obispos, el presbiterio caleño y las personas que le acompañaron.

Que Nuestra Señora de Lourdes, en quien él tanto confiaba, le haya acompañado a la presencia de su Hijo, nuestro Salvador. 

Nada más, Excelencia. Le agradeceré transmita a los sacerdotes leridanos de Cali mi saludo más cordial y mi pésame más sentido.

 De S. R. afectísimo amigo y servidor.