Infancia.
Luís nació el 21 de Junio de 1905 en Torrecilla del Monte. un pueblecito de la provincia y diócesis de Burgos situado a unos 10 kilómetros al norte de Lerma. Tres días después de su nacimiento fue bautizado en la iglesia parroquial, dedicada a Santiago Apóstol; en el bautismo le dieron por abogados al patrono de dicha iglesia y a san Juan Bautista. El 21 de junio de 1906 justamente el día en el que cumplía un año de vida recibió el sacramento de la confirmación.
Vida familiar.
A comienzos del siglo xx, el censo de Torrecilla era de unos 150 habitantes. La mayorla se dedicaba a las labores del campo, cultivando básicamente cereales, legumbres, patatas y hortalizas. Además el monte les proporcionaba caza y leña y sus pastos les permitían criar algo de ganado menor. A pesar de que disponían de tan escasos medios de subsistencia, vivían felices, confiando posiblemente más en la bendición del cielo que en sí mismos. Como la mayoría de sus vecinos, Balbino, el padre Luís, era labrador y Lucía, su madre se encargaba de las labores domésticas. Ambos esposos eran muy religiosos y lograron hacer de su casa un hogar profundamente cristiano. Dios los bendijo con cuatro hijos varones, por lo que ambos tuvieron que trabajar duro para criarlos y educarlos, sobre todo la madre, porque, además de atender a los cuatro hijos y a su marido, tenía que ayudar a éste en las labores del campo cuando era necesario.
Vida de Luís en el pueblo.
No conocemos detalles de la infancia de Luís, pero podemos imaginarIa fácilmente: pensamos que fue un buen hijo y que ayudó a sus padres en lo que pudo; que aprendió las primeras letras en la escuela primaria del pueblo; que asistió a la catequesis en la iglesia; que jugó en los días de asueto y de vacaciones con el resto de la chiquillería, cometiendo alguna que otra travesura... Lo que sí parece cierto es que el ambiente familiar y colegial hizo germinar en él la vocación religiosa y lo ayudó a madurarla y a responder a la llamada de Dios.
Su ingreso en el seminario. Vida religiosa.
Así, a punto de cumplir los 13 años, el 11 de junio, de 1918, ingresó en el seminario marista de Vic (Barcelona). El 20 de septiembre de 1920 pasó al convento de Las Avellanas (Llerida), donde tomó el hábito marista el 8 de septiembre de 1921, recibiendo el nombre de H. Luís Fermín. Emitió también en él sus primeros votos temporales el 8 de septiembre de 1922 y su profesión perpetua el 15 de agosto de 1927.Terminado el noviciado, inició su preparación para la docencia en Las Avellanas, pero le costaba mucho estudiar, a causa de su severa miopía, que casi le impedía leer. Las dificultades que encontró en los estudios le originaron cierto complejo de inferioridad, que él procuraba sublimar con una intensa vida de piedad. Además, su tesón y su docilidad suplían con creces tales deficiencias.
Sus destinos.
Después de permanecer cuatro meses en Las Avellanas, parece que su miopía fue la causa de que los superiores no lo destinaran a la enseñanza sino a otros empleos. En enero de 1923, fue enviado de cocinero a la escuela de Vallejo de Orbó (Palencia) y, en septiembre de 1923, volvió a Las Avellanas, desempeñando con abnegación trabajos de hortelano y otros servicios a favor de la numerosa comunidad. Él estaba contento con esos empleos, pero anhelaba ser maestro y educador y así se lo manifestó reiteradamente a sus superiores, quienes lo destinaron en septiembre de 1925 al colegio de San Olegario de Barcelona, donde se sintió inmensamente feliz entre los alumnos más pequeños. Desde septiembre de 1927 hasta agosto de 1932, ejerció de nuevo de cocinero: dos años en Centelles (Barcelona); cinco meses en Palafrugell (Gerona); seis meses en la escuela de Arceniega (Álava); y dos años en el colegio de Haro (La Rioja). De agosto de 1932 al mismo mes de 1935, estuvo dando clase en el colegio de Carrejo (Cantabria). Finalmente, en agosto de 1935, volvió de nuevo a Arceniega, esta vez de profesor.
Detención, reclusión en el Barco Cabo Quilates, martirio.
Allí fue detenido en agosto de 1936, conducido a Bilbao y recluido en el barco Cabo Quilates, fondeado en la ría bilbaína. El 25 de septiembre de 1936 fue asesinado en él-hay testigos que afirman que lo mataron el 2 de octubre del mismo año-.
Perfil religioso del Luís Fermín.
El H. Luís Fermín fue un excelente religioso, cumplidor fiel de las regias, piadoso y sacrificado. Vivió las virtudes cristianas con total entrega, pero con toda naturalidad y sencillez. Destacó por su buen carácter y su espíritu de servicio. Aunque era de conciencia timorata, siempre se mostraba alegre y satisfecho. Fue un excelente compañero y amigo, ya que albergaba los más nobles sentimientos hacia todos y sentía en el alma que pudiera ofender a alguien. Desempeñó a la perfección su humilde pero meritorio oficio de cocinero, siendo siempre servicial, limpio, puntual y cuidadoso. Cuando disponía de pocos alimentos -situación harto frecuente-, él apenas comía para que pudieran comer los otros hermanos. Para él, la caridad era entregarse sin medida a los demás y ayudarlos en todo.
Benigno GIL