Dado que 33 de los mártires claretianos que fueron proclamados beatos el pasado 21 de octubre en la Sagrada Familia de Barcelona, ​​están relacionados con las tierras leridanas, e incluso algunos eran de la comunidad claretiana de la calle La Palma de Lleida,...

 

la parroquia San Antonio M. Claret de esta ciudad, se planteó cómo tratar pastoralmente este evento, por lo que programó una serie de actos para que los feligreses conozcan mejor la vida y muerte de los mártires, el legado que dejaron a la actual parroquia de Balàfia, así como el entorno de las beatificaciones. Uno de estos actos tuvo lugar el pasado sábado, 28 de octubre, en la misma iglesia, donde Conxita López, feligresa de la parroquia, impartió la conferencia"El proceso en las causas de beatificación".

Un pequeño grupo de feligreses siguió con mucha atención las explicaciones que Conxita hizo sobre los pasos y trámites a seguir para que la Iglesia declare beato a una persona. En previsión de que el tema fuera difícil de seguir y que los asistentes se perdieran con tantos trámites y requisitos a tener en cuenta durante el proceso, Conxita se sirvió de diapositivas para ilustrar lo que iba exponiendo. También utilizó ejemplos del proceso abierto sobre los mártires de Lleida y otras beatificaciones recientes, para hacerlo más comprensible.

Gráficamente expuso las diferencias entre beato y santo, sus procesos y lo que se deriva para el culto en la Iglesia de cada uno de ellos.

Incidió en que el Papa no hace beato o santo a nadie, sino que, ante las pruebas de que disponen, se considera y se declara oficialmente beatos o santos a algunas personas, por lo que se elevan a los altares y se ponen como ejemplo del seguimiento de Cristo que vale la pena imitar. De hecho, dijo, se consideran beatos o bienaventurados no sólo a los mártires, sino a aquellas personas que están cerca de Dios, como dice la canción: los que aman ser pobres, los que quieren justicia, quienes siembran paz,...

Recordó que tanto la parroquia San Antonio M. Claret, como la diócesis de Lleida, ya tienen un buen grupo de beatos a los que se pueden dirigir para que intercedan ante Dios.

Acabó su exposición dando gracias a Dios por el testimonio de fe de los mártires beatos, y animó a pedir por su intercesión que el Señor conceda a todos los cristianos el coraje suficiente para vivir y anunciar el Evangelio.

Daniel