La mañana del 29 de septiembre, día de Sant Miquel y jornada festiva en Lleida, se ha celebrado al Cementerio de Lleida un acto conmemorativo del 78 aniversario del martirio del beato Francesc Castelló Aleu. Ha estado organizado por la Comisión Pro Canonización para finalizar los actos organizados con motivo de su fiesta, celebrada el domingo 28 de septiembre.
El acto, con una nutrida asistencia, se ha celebrado ante la Fosa Común de los Mártires de Lleida donde reponen sus restos y los de otros 15 beatos y mártires, encabezados por el obispo de Lleida Salvio Huix Miralpeix, beatificados estos el 13 de octubre de 2013 en Tarragona. Francesc Castelló fue beatificado en Roma por el Papa Joan Pau II, el 11 de marzo del año 2001.
El acto estuvo presidido por Mn. Gerard Soler, vicepostulador de la Causa de Canonización del beato Francesc Castelló, acompañado por Mn. Joan Ramon Ezquerra, director del Secretariado para las Causas de los Santos, y Mn. Martí Sandiumenge, miembro de la Comisión Pro Canonización.
El encuentro se inició con una ofrenda de flores y a continuación, ante la próxima convocatoria del Sínodo sobre la Familia convocado por el papa Francisco, una familiar de la novia del beato, leyó la carta que Francesc Castelló escribió a su novia María Pelegrí antes de que fuera ejecutado, en el mismo Cementerio de Lleida, la noche del 29 de septiembre de 1936, cuando tenía 22 años: “Nuestro Beato, nacido en una familia cristiana, quería formar también una familia cristiana, pero no pudo hacerlo. Leyendo la carta que él escribió a su novia, podemos comprender qué era su modelo de familia”, dijo el vicepostulador.
A continuación, la poetisa Mari Carme Muere leyó una poesía suya dedicada al beato Francesc con el título “Un ángel canta”.
El acto, sencillo y emotivo, concluyó con la oración litúrgica del beato Francesc Castelló y el canto del Creo en un Dios, que él mismo cantó momentos antes de su martirio; mientras todos los asistentes iban pasando a venerar su reliquia.
Un año más, Lleida y su diócesis ha hecho memoria del joven mártir como modelo de joven cristiano, con una vida vivida en plenitud y coherencia con su muerte martirial.
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