42a jornada nacional del movimiento de cristianos de pueblos y comarcas de cataluña en parets del vallès “Testimonios creíbles en tiempos de crisis” El domingo 28 de abril la milenaria villa de Parets del Vallés acogió la 42ª Jornada Nacional del

Movimiento de Cristianos de Pueblos y Comarcas de Cataluña. D

el Campo de Tarragona al Vallés, del Maresme al Segriá, pasando por el Penedés, las Garrigas y otros lugares del país volvieron a tejirse reencuentros, nuevas relaciones y la comunión de trabajo de todo un curso alrededor de un mismo tema: “Testimonios creíbles en tiempos de crisis” El Casal Parroquial acogió el trabajo de la mañana.

Después de un tiempo para la recepción y las inscripciones, a las diez comenzó propiamente la jornada: Bienvenida, plegaria inicial, relación de las adhesiones y de las comunicaciones enviadas por diversos obispos de la Tarraconense, así como por el abad de Montserrat, y un tiempo para la asamblea anual: valoración de los objectivos del curso, estado de cuentas, reforma de los estatutos, información sobre la federación internacional (FIMARC) . . .

A continuación, diversos representantes hicieron las correspondientes aportaciones referidas al tema del curso “Testimonios creíbles en tiempos de crisis”, sintetizando la reflexión de los grupos, algunos por comarca, otros por diócesis.

Poco a poco fueron resonando en la sala pensamientos, conclusiones, voluntades: “Encontramos nombres y apellidos de solidaridad y testimonio en personas de nuestros pueblos que están dando un ejemplo de generosidad (...) sin afán de protagonismo y que, con un trabajo silencioso, han ayudado a aguantar a mucha gente que va cayendo por el camino”, “Pedimos a los políticos que sean coherentes y honrados”, “Todos hemos de hacer nuestra aportación, no sólo criticar a los corruptos”, “La importancia de los medios de comunicación es grande: en positivo pueden hacer mucho bien a la hora de superar esta crisis” aportaron, entre otras cosas, desde el Penedés.

Las comarcas de la diócesis de Lleida afirmaban: “Nosotros somos las manos de Dios y tenemos el deber de hacerlo presente a los demás con un testimonio personal y colectivo sincero, bondadoso y humilde”, “Cada uno es responsble de su riqueza, del tipo que sea. Todos tenemos nuestro punto de orgullo y de autosuficiencia que tendremos que revisar, dedicando una parte importante de nuestro tiempo a la plegaria y al crecimiento personal; vivir en positivo es una forma de servir a los demás, estar en actitud de escucha, aceptándonos tal como somos, reconociendo nuestras virtudes y deficiencias, pues Dios nos pedirá cuentas de los talentos que nos ha dejado” Los grupos del Vallés concluían su reflexión así: “Cuando parece que el criterio de igualdad es el más ético posible, que el Evangelio nos llame a ir más allá: que el más necesitado pase por delante de todos los demás en casa, en la comunidad, en la calle, en el rabajo, en el pueblo, en las leyes. . .

Y así, en el año de su centenario, hagamos nuestros los versos del poeta Salvador Espriu en “La piel de toro”: “Diremos la verdad, sin reposo, por el honor de servir, bajo los pies de todos”. Cerró la sesión matinal la conferencia “Valores, ideas, instituciones y testimonios hoy” a cargo de Josep Mª Forné, profresor de filosofía y presidente de Òmnium Cultural de Ponent-Lleida, de la Asociación para las Nuevas Bases de Manresa y del Banco de Alimentos de Lleida.

Al principio de la exposición, ordenada y pedagógica, reflexonó sobre el porqué del bien, dónde echa raíz y cómo se manifiesta. Habló, después, sobre los valores en tiempos de crisis, los que sufren un retroceso (participación social, autenticidad, esfuerzo, compromiso, sentido de la trascendencia. . .) y los que emergen (libertad, pluralidad, autorrealización, democracia, autoridad por sobre de la potestad. . .) .

Finalmente, incidió en los dos grandes canales de transmisión de los valores: las instituciones y la persona. Expuso, como cunclusión, que cuando las primeras se muestran debilitadas (familia, tejido social, política, iglesia . . .) urge fortalecerlas, lo cual exige una purga en ellas mismas y, si siempre es importante el testimonio personal, es justamente en ese momento de transformaciones y de crisis institucionales cuando éste se hace esencial.

Un testimonio que se muestre en la propia manera de ser, de hacer, de vivir, en el esfuerzo y perseverancia en las labores, en la responsabilidad y coherancia entre lo que se dice y lo que se hace, en el compromiso entendido como la capacidad de dar la palabra y de mantenerla.

El diálogo posterior fue rico y resaltó la importancia de vivir este momento, desde la perspectiva cristiana, en un movimiento que, con gestos sencillos pero visibles, puede ayudar a transformar el entorno social y eclesial. Después de comer, codicionado ligeramente el programa por la lluvia intermitente, Mn. Xavier Farrés (rector de Parets) y Mn. Pere Farriol (conciliario diocesano del Vallés) ofrecieron una visita guiada por la iglesia de San Esteban de Parets, la cual todavía conserva el ábside de la antigua iglesia románica, en muy mal estado, decorado exteriormente con arcos y bandas lombardos.

Tras la guerra civil y bajo el patrocinio de Josep Feliu, propietario de La Linera, fue reconstruida por el arquitecto Francesc Folguera y el escultor Frederic Marés.

El nuevo edificio es de tres naves separadas por arcadas sostenidas por columnas con capiteles en los que hay veintidos relieves de Frederic Marés, que sumados a las otras esculturas – retablo, iedad, les dos puertas . . .- y la decoración del baptisterio de Josep Obiols constituyen un gran tesoro artístico.

Destacaron también las vidrieras con motivos de la espiritualidad pradosiana y con símbolos de la identidad del pueblo y del país que, desde hace pocos años, han completado la remodelación de la capilla del Santísimo.

Clausuró la jornada, al final de la tarde, la Eucaristía presidida por Mns. Salvador Cristau, obispo auxiliar de Terrassa. En la homilía hizo referencia al contenido de la jornada y animó a los asistentes y a todos los que forman parte de los grupos a seguir adelante en estos momentos difíciles con gozo y fidelidad al Evangelio.

La lluvia dificultó alguna actividad del programa, como el paseo previsto por el “Parc de le Taules” y, más aún, el Montseny, techo hermoso y natural del Vallés nevado todavía el día anterior, desapareció tras una espesa niebla quedando oculto a las miradas de los participantes, como si no estuviera. . .

Pero estaba allí, y sus solanas y umbrías y los campos que su majestuosidad ampara reverdecerán con fuerza, y los riachuelos que allí nacen cantarán más alto y más fuerte su melodía. Resultará que todo esto será gracias a estos momentos de crisis en que parecían haber perdido el sol.

La fidelidad de la naturaleza a la voz de su Señor permite que contemplemos su gloria. El deseo y la esperanza de los participantes en la Jornada y de sus compañeros podrían reflejarse en ella de manera que, con sencillez, se mantengan fieles en este tiempo oscuro, y siempre, para mostrar a su entorno la claridad del Evangelio.

Maribel Pou Monclús

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