Mn. Gerardo Soler nos sigue hablando una semana más de otro apartado de la Liturgia de las Horas.

Podéis encontrar el texto a continuación o descargarlo del documento adjunto.

DOMINGO II DE CUARESMA (B)

(Domingo de la Transfiguración del Señor)

c)  La Liturgia de las Horas, cumbre y fuente de la acción pastoral

          Todavía se encuentran "pastores y fieles", grupos, comunidades, que consideran un poco "perder el tiempo" la oración de la Liturgia de las Horas. Un cierto "pastoralismo" y "activismo" nos domina, y olvidamos que toda la pastoral de la Iglesia está en función del anuncio, celebración, adoración de Jesucristo Resucitado, y por El al Padre, en el Espíritu Santo. 

          "Los que toman parte en la Liturgia de las Horas contribuyen de modo misterioso y profundo al crecimiento del pueblo de Dios (PC 7), ya que las tareas apostólicas se ordenan "a que todos, una vez hechos hijos de Dios por la fe y por el bautismo, se reúnan, alaben a Dios en medio de la Iglesia, participen en el sacrificio y coman la cena del Señor" (SC 10).

          De este modo, los fieles expresan en su vida y manifiestan a los otros "el misterio de Cristo y la naturaleza auténtica de la verdadera Iglesia, que tiene como propiedad el ser visible y dotada de elementos invisibles, entregada a la acción y dada a la contemplación, presente en el mundo y, sin embargo, peregrina" (SC 2).

          A su vez, las lecturas y oraciones de la Liturgia de las Horas constituyen un manantial de vida cristiana. Esta se nutre de la mesa de la sagrada Escritura y de las palabras de los santos, y se robustece con las plegarias. Pues sólo el Señor, sin el cual nada podemos hacer (Jn 15,5), y a quien acudimos con nuestros ruegos, puede dar a nuestras obras la eficacia y en incremento (SC 86), para que diariamente seamos edificados como morada de Dios en el Espíritu (Ef 2,21-22), hasta que lleguemos a la medida de Cristo en su plenitud (Ef 4,13), y redoblemos las energías para llevar la buena nueva de Cristo a los que están fuera (SC 2)" (OGLH 18). 

          Los que de una manera u otra trabajamos en distintos campos de apostolado, o en el trabajo ordinario de cada día, hemos de procurar vivir, porque lo creemos y lo experimentamos que la oración de las diferentes Horas es "cumbre y fuente de la acción pastoral". Para ello hemos de procurar que "nutra al mismo tiempo la oración personal y la acción apostólica, conviene que la celebración sea digna, atenta y devota, de forma que la mente concuerde con la voz" (SC 90; S. Benito, Regula monasteriorum, c.19)" (OGLH 19)

Mn. Gerardo Soler

Liturgia viva. Liturgia de las Horas, 1-3-15

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