En un día primaveral, unas 40 personas del arciprestazgo Periferia de Lleida peregrinaron el pasado sábado, 21 de abril, al santuario del “Sant Dubte” (Santa Duda) de Ivorra. También visitaron Pinós y Tàrrega. En definitiva, un día muy intenso, cargado de vivencias interesantes, donde disfrutaron de la naturaleza, la historia, el arte y la convivencia entre parroquias.

La visita a Ivorra se inició en la explanada del santuario, lugar donde hace 1000 años estaba situado el pueblo, que posteriormente se trasladó a una colina para tener más protección. Su rector, Mn. Fermín Manteca, buen conocedor del lugar, explicó con todo lujo de detalles y de forma muy amena la historia del santuario y el milagro del “Sant Dubte”. Era el año 1010 cuando el sacerdote de Ivorra, Mn. Bernat Oliver, durante la consagración de la misa que celebraba en el santuario, dudó de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía y en ese momento el vino que contenía el cáliz se convierte en sangre y comienza a derramar sobre el mantel y el suelo. Ante el asombro de los presentes, unas mujeres que hilaban a la puerta de la iglesia entran y con las estopas que llevaban en las manos recogen la sangre procedente del cáliz. El hecho se divulgó y eran muchos los peregrinos que llegaban a este pueblo de la Segarra. San Ermengol, en aquel entonces obispo de Urgell, recogió el cáliz y los manteles llenos de aquella sangre y los llevó a Roma. El Papa Sergio IV firmó una Bula acreditando el milagro y entregó al pueblo una serie de reliquias que aún se conservan y veneran. El milagro se convirtió en un movimiento social y de solidaridad como fue la creación de una cofradía (la primera en Cataluña). Era como una asociación benéfica de ayuda mutua para que ningún cofrade quedara desatendido en caso de necesidad.

La explicación continuó en la iglesia parroquial, donde actualmente está el pueblo. Aquí pudieron ver el relicario gótico que guarda las reliquias, así como el retablo, también gótico, dedicado a Santa María, y una imagen bellísima de la Virgen, en madera policromada del siglo XIII. Con ocasión del reciente milenario, la iglesia tiene unas pinturas en el altar mayor, con escenas que hacen referencia al milagro. A continuación tuvieron la celebración de la Eucaristía y más tarde un paseo por el pueblo.

Además de toda la explicación histórica, Mn. Fermín hizo una excelente catequesis sobre la Eucaristía como fuente de vida, así como de la resurrección, explicando la imagen del Cristo resucitado que ahora preside el altar del santuario, donde la gente de la comarca acude en romería el segundo domingo de Pascua.

Al terminar la visita al “Sant Dubte”, ninguno de los participantes dudó (nunca mejor dicho), que dudar, como lo hizo Mn. Bernat, es positivo, porque es el principio de la búsqueda para poder encontrar. Como dijo Mn. Fermín, la fe cristiana está basada en la duda de los apóstoles que al dudar, se pusieron en camino y eso les permitió encontrar a Cristo a través de la fe.

El mediodía lo pasaron en Pinós, centro geográfico de Cataluña, donde comieron y vieron su santuario y la piedra de la rosa de los vientos. El buen tiempo invitaba a disfrutar de la naturaleza y contemplar el paisaje, lo que hicieron durante un rato.

La última parada fue en Tàrrega, donde Elena, trabajadora apostólica, hizo una buena explicación sobre la historia de la iglesia parroquial dedicada a Santa María del Alba. Una vez dentro del templo todo el mundo quedó boquiabierto al contemplar las pinturas al fresco del artista targarí Josep Minguell, consideradas como la "capilla sixtina" de Cataluña. Mn. Josep M. Vilaseca, rector de la parroquia, explicó las pinturas de cada una de las bóvedas de la nave central, correspondientes a escenas del Antiguo Testamento: la creación, Caín y Abel, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, Moisés... A ambos lados del altar mayor, en los muros verticales, hay escenas del Nuevo Testamento: la natividad y la resurrección. En definitiva, toda la historia de la salvación plasmada en pinturas de gran simbolismo.

Las pinturas de Josep Minguell son las más recientes (año 2011), pero la iglesia tiene otras, hechas por el padre de éste, también targarí, Jaume Minguell. Son de otro estilo, pero igualmente importantes. Digamos que el padre utiliza el lenguaje de las imágenes y el hijo un lenguaje simbólico. Las pinturas del Sr. Jaume Minguell decoran las capillas de la nave central y las capillas de la Virgen de los Dolores y la Virgen de Montserrat. En esta última se cantó el “Virolai”. Todas ellas tienen escenas bíblicas.

Al igual que por la mañana Mn. Fermín, por la tarde Mn. Vilaseca hizo durante la explicación de las pinturas una entusiasta catequesis sobre la historia de la salvación, y sobre la Virgen en las capillas dedicadas a la Virgen de Montserrat y de los Dolores.

La explicación de la última capilla, la dedicada al beato claretiano hermano Ferran Saperas, mártir de la castidad, estuvo a cargo del claretiano P. Josep Vilarrubias, que participaba de la excursión, y que continuó en el autocar, de regreso a Lleida. Esta capilla también ha sido decorada por el Sr. Josep Minguell y explica la detención, maltrato y muerte del beato durante la guerra civil española del 36. Al pie del altar está el sepulcro con el cadáver del Beato i en el exterior aparece uno de sus huesos en una urna, que los targarins y otra gente venera.

Y así, con el deseo renovado del seguimiento a Cristo, motivado por las explicaciones recibidas a lo largo del día, acabó la excursión de las parroquias San Antonio M. Claret, San Agustín, San José Obrero, Santísimo Salvador y Virgen de los Pobres.

Conxita López Torres