Las obras de las Viviendas Sociales del antiguo Seminario diocesano de Lleida empezarán el próximo lunes, 3 de marzo, una vez la Paeria ha dado el correspondiente permiso municipal de construcción para estas dependencias destinadas a familias en riesgo de exclusión, según ha anunciado el obispo de la diócesis, Mons. Joan Piris en una rueda de prensa, en la estuvo acompañado por el director ejecutivo del proyecto, Paco Campo, y por el delegado diocesano de Acción Caritativa y Social, Mn. Carles Sanmartín.

La primera fase de estas obras supone ejecutar el grueso del proyecto, pues supone acondicionar todas las instalaciones generales del edificio, la impermeabilización de las terrazas, la construcción del ascensor y la distribución de las viviendas de la primera planta, la cual podría quedar acabada tras el verano. Ésta podría albergar las primeras cuatro familias en septiembre, una vez se haya aprobado el protocolo del proceso de selección de las familias, que en este momento está elaborando la comisión social con el apoyo de psicólogos, asistentes sociales y pedagogos, según ha informado Carles Sanmartín.

Los setenta voluntarios, que trabajan de forma altruista en este proyecto, han conseguido recaudar la mitad del presupuesto necesario por la construcción de las 19 viviendas previstas en las cuatro plantas del edificio de la calle Maragall, 5. A pesar de que el presupuesto global está fijado en 900.000 euros, sólo se requiere una aportación monetaria de unos 500.000, puesto que el resto responde a contribuciones en especies o en trabajo personal que no se cobra, según ha explicado Paco Campo.

Hasta ahora, el dinero del proyecto ha salido de una ayuda de la Diputación, del Obispado y de pequeñas aportaciones de muchos ciudadanos anónimos y de los actos sociales y culturales, que en beneficio del proyecto organizan los voluntarios. Estas pequeñas aportaciones suman casi 50.000 euros. Los últimos 3.300 corresponden a las representaciones del teatro solidario del pasado domingo en el Escorxador, con la participación de la compañía La Baldufa.

El obispo Joan ha valorado como puntos fuertes del proyecto la generosidad de los voluntarios, que habían sabido organizarse y trabajar unidos con un objetivo común que no era otro que buscar un nuevo modelo social. “No ha sido nunca nuestra voluntad entrar en la burbuja del ladrillo y sabíamos que tampoco resolveríamos el grave problema de las familias desahuciadas, pero sí que queríamos demostrar que, entre todos y para el bien de todo el mundo, podíamos conseguir un nuevo modelo social. Que era posible”, ha dicho.

Monseñor Piris tampoco ha eludido los puntos débiles del proyecto, que centró en la necesidad de buscar más recursos. “No tenemos patrocinadores, ni mecenas, y la época que vivimos, tampoco ayuda, pero lo más importante es que hay un pueblo interesado en este proyecto. Un grupo de personas anónimas que, paso a paso y en la medida de sus posibilidades, nos ayudan”.

El obispo Joan a pesar de todo ha hecho un llamamiento a contribuir en el proyecto a quien más tiene y ha explicado que él mismo estaba colaborando en divulgar el proyecto fuera de Lleida con contactos y actos sociales, como el de hace un par de semanas en Mataró. Según Paco Campo, con 250.000 euros se completaría todo el proyecto.

En esta línea, Mn. Sanmartín ha anunciado que los voluntarios, a través de la comisión de actividades, tienen programadas toda una serie de iniciativas solidarias para recaudar fondos y ha anunciado que el marzo habrá un concierto con dos corales en el Auditorio; en abril, una actividad cultural, y en mayo, una exhibición de bailes de salón.