Los días 14, 15, 17 y 18 de noviembre hemos recibido, en la Parroquia de St. Jaume de Lleida, la visita pastoral del Sr. Obispo. Han sido unos días intensos y muy provechosos.
Los sacerdotes de la parroquia, acompañados por voluntarias de la Pastoral de la salud, cada martes,

celebran la Eucaristía en la Residencia Castrillon. Así pues, el día 14 se ha dedicado a los enfermos. El Sr. Obispo se ha desplazado a dicha residencia donde se ha celebrado la Eucaristía, tras la cual ha dialogado amigablemente con los residentes y con el personal del centro. También ha visitado a algunos enfermos en sus casas.
 
El día 15 ha sido el día de los niños. Todos los jueves del curso escolar se imparte la catequesis. El Sr. Obispo ha aprovechado la ocasión para encontrarse con los niños, padres, madres y catequistas. Ha sido interesante para todos el poder hablar tranquilamente. Seguidamente de hablar con los niños y catequistas, ha continuado dialogando con los padres.
Después de celebrar la Santa Misa en la capilla del Santísimo, como hacemos todos los días, a continuación, se ha reunido con el Consejo parroquial y se han puesto en común todas las tareas que se realizan.
 
El sábado, día 17, el Sr. Obispo ha venido a celebrar la Misa vespertina y, al terminar, todas las personas que han querido se han quedado para hacerle preguntas y poder escuchar sus respuestas aleccionadoras.
 
El domingo, día 18, ha vuelto para celebrar la Eucaristía de las 11,30h y de las 12,30h.
La de las 11,30h es la misa familiar y, como cada domingo, ha sido amena. La homilía, el Sr. Obispo, la ha hecho muy comprensible para los niños, aunque el evangelio era difícil de entender incluso para los mayores. Ha felicitado a los niños que tocaban instrumentos, invitándoles a tocar en la Catedral. La Misa de las doce y media, en castellano, también la ha celebrado y, así, ha podido contactar con todos los feligreses de esta parroquia. Al terminar la Misa, muchos asistentes también se le han acercado y han hablado con él.
 
El pastor ha conocido las ovejas y las ovejas han conocido el pastor.
 
Mercè Martí