Catalonia Sacra, una iniciativa de los obispados catalanes para dar a conocer el patrimonio arquitectónico y artístico de la Iglesia, acaba de publicar un boletín especial de los meses de verano donde informa sobre seis nuevos espacios. Este patrimonio es el testimonio de 2000 años de nuestra historia, vinculada culturalmente y espiritualmente a la fe cristiana.

El especial de verano de Catalonia Sacra está dedicado a Santa María de Pedralbes, a Santa María de Castelló d'Empúries, a Santa María de Bell-lloc, ubicada en Santa Coloma de Queralt (Conca de Barberà), a Santa Cecilia de Molló (Osona), a Santa Coloma, de Andorra la Vella, y al Santuario de la Virgen de la Font de la Salud, perteneciente al Obispado de Tortosa.

El Real Monasterio de Santa María de Pedralbes de Barcelona, de arquitectura sencilla y elegante, construido con gran rapidez- lo que le da una unidad fuera de lo común- es una de las muestras más destacadas del gótico catalán. Fundado a principios del s. XIV, el hecho de la presencia continuada de una comunidad de Clarisas -residentes en el monasterio hasta que en 1983 se trasladaron a un edificio cercano- ha enriquecido el conjunto arquitectónico con una serie de bienes culturales de primera magnitud, entre los que destaca la tumba bifronte de la fundadora, la reina Elisenda de Montcada.

Santa María de Castelló d'Empúries, conocida como la "Catedral del Empordà" por sus dimensiones catedralicias, fue declarada "Basílica" en 2006. Su imponente portal de mármol, profusamente esculpido, da paso a la gran nave gótica, construida sobre una iglesia románica de la que nos han llegado los primeros pisos del campanario y una magnífica pila bautismal de inmersión. El presbiterio guarda uno de los retablos góticos más impresionantes de Cataluña, hecho en el siglo XV con alabastro de Beuda y dedicado a la Virgen.

Santa María de Bell-lloc, también joya arquitectónica construida en la primera mitad del s. XIII, está situada en las afueras de Santa Coloma de Queralt, en la Conca de Barberà. Fue, durante muchos siglos, iglesia de un convento mercedario. Hoy, la iglesia nos aparece solitaria, desnuda y adusta, mostrándonos con vigor su origen románico tardío, cercano ya a las nuevas corrientes góticos. Destaca su compacta portada, coronada con un campanario de espadaña, bellamente decorada y centrada por un dintel con las escenas de la Anunciación y la Epifanía.

Santa Cecilia de Molló, una hermosa iglesia parroquial, el término de la cual hace frontera con Francia, se encuentra dentro del obispado de Vic desde hace unas décadas. Es una magnífica construcción románica de finales del siglo XII, abierta a los cuatro vientos y un poco alejada del núcleo urbano. Su sobriedad estructural y decorativa ha llegado hasta hoy con todo su esplendor. Es muy característico su curioso campanario, más antiguo que la propia iglesia, con dos ventanas circulares, talmente ojos que vigilan, situadas en su piso más alto.

Santa Coloma, de Andorra la Vella, iglesia de origen prerrománico, tiene una interesante nave de planta rectangular cubierta con cerchas de madera y un ábside cuadrangular. Son testimonio del paso del tiempo su sorprendente campanario lombardo de planta circular, del siglo XII -uno de los pocos ejemplos de esta tipología de campanario que podemos encontrar en el Pirineo-, y un airoso retablo barroco dedicado a Santa Coloma, ahora situado a los pies de la nave. Queda, en el interior de la iglesia, algún fragmento original del conjunto de pintura mural románica que decoraba todo el interior: el resto de pinturas, después de muchas peripecias, se encuentran hoy en manos del gobierno andorrano.

El Real Santuario de la “Verge de la Font de la Salut”, considerado seguramente el monumento más característico de Traiguera, en el obispado de Tortosa, tiene una larga historia detrás: es un importante testimonio del paso de las Órdenes de Montesa y los Hospitalarios por el municipio, y aún hoy es un centro muy concurrido y querido. El conjunto del santuario, de notables dimensiones, está centrado por la iglesia, un bello templo edificado básicamente en los siglos modernos (s. XV-XVIII). Contiene, también, una hospedería en pleno rendimiento (s. XV-XVII), la Casa dels Capellans (s.XVI), el palacio del Duque Alfonso de Aragón (s. XVI) y la popular fuente del Milagro.