A primeros de mayo, un grupo de familias de la parroquia de Alcarràs peregrinamos hasta la montaña de Montserrat. Nuestro objetivo no consistió al hacer una excursión o pasar un día de relax.

Buscábamos otras cosas, por ejemplo: fomentar la comunión entre nosotros, dejarnos interpelar por la comunidad monástica, celebrar la fe en la Misa Conventual, ofrecer un espacio cristiano por nuestros hijos e hijas, dejarnos acompañar por la madre de Dios, etc. Esperamos y deseamos que este grupo de familias se vaya consolidando y coja fuerza durante el próximo curso. Nuestra idea es que los niños y adolescentes –en edades que no reciben un acompañamiento de la parroquia- puedan disfrutar de un espacio cristiano hecho a su medida. Los adultos –padres, madres o familiares- también hemos pedido un espacio para reflexionar y formarnos como cristianos. Todo esto forma parte de un proyecto abierto al futuro, abierto a la esperanza que nos viene de Dios. Que la Mare de Déu de Montserrat nos ayude e interceda por nosotros.