Cada año, las Delegaciones de Misiones diocesanas, promueven una jornada a favor de las vocaciones en países de Misión. Este año se recae el día 27 de abril, coincidiendo con la canonización de los santos padres Juan XXIII y Juan Pablo II. Las Obras Misionales Pontificias toman estas dos personalidades como modelos misioneros y nuevos intercesores por las vocaciones nativas.

Bajo el lema: “misioneros por vocación”, se quiere tener presentes los miles de jóvenes que escuchan el llamamiento a la vida sacerdotal o religiosa, a menudo movidos por el ejemplo de los misioneros y misioneras. Durante todo el año se puede colaborar en el mantenimiento económico de los Seminarios en territorios de Misión, a través de la delegación de misiones del obispado.