El Sábado Santo (19 de abril), a las 12 del mediodía, en el Cementerio de Lleida, tuvo lugar un sencillo y emotivo acto de conmemoración del Centenario del nacimiento de Francesc Castelló. El beato nació circunstancialmente en Alicante, el 19 de abril de 1914, ciudad a la cual se había trasladado la familia por motivos laborales del padre.

El acto se hizo ante la fosa común, en la cual reposan sus restos y dónde hay una placa que da testimonio, lugar donde se congregó un buen grupo de personas convocadas por la Comisión Diocesana Pro Canonización del beato Francesc Castelló.

Se inició el acto con una ofrenda de flores, sobresaliendo un centro floral confeccionado con cien claveles rojos, uno por cada año y con el color simbólico del martirio, que fue enviado a Lleida por la hermana del beato, María Castelló, residente en Zaragoza. Después de leer varios textos referentes a la madre del beato, Teresa Aleu, y al momento sublime de su martirio, el vicepostulador de la Causa de Canonización, Mn. Gerard Soler, significando el aniversario del beato y recordando su martirio en el Cementerio de Lleida, el 29 de septiembre de 1936 dijo: “Hoy de haber vivido el beato Francesc habría cumplido 100 años, pero murió mártir a los 22 y desde aquella edad tenemos en ella a un Santo”.

También intervino Mn. Joan Ramón Ezquerra, director del secretariado diocesano para las Causas de los Santos, explicando que en la fosa común donde reposan los restos del beato Francesc reposan también los de otros 14 mártires beatificados el 14 de octubre de 2013 en Tarragona; entre ellos los del obispo mártir Salvio Huix, religiosos carmelitas y mercedarios, hermanos y sacerdotes. Mn. Ezquerra anunció que el próximo 4 de mayo será colocada e inaugurada una placa junto a la de Francesc Castelló, para recordar y homenajear a estos nuevos beatos.

El emotivo acto finalizó con la veneración de una reliquia del beato Francesc Castelló (un trozo de ropa), contenida en relicario. Esta reliquia, junto con otras dos, pequeños huesos del obispo Salvio Huix y de Mn. Josep Nadal, hijo de Bell-lloc d'Urgell, serán trasladadas a Roma, para ser depositadas en la Iglesia de San Bartolomé, a la isla Tiberina, donde las comunidades de San Egidio han dedicado un santuario ecuménico en memoria de los mártires del siglo XX.

Adjuntamos el artículo del monje de Montserat Josep Miquel Bausset, publicdo en La Mañana, con motivo de su aniversario.

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