El ayuntamiento de Rosselló acogió el lunes 22 de febrero la segunda reunión institucional para tratar la situación de la iglesia de Rosselló, tras el derrumbe del campanario el pasado 29 de enero.

Después de hacer un seguimiento de los trabajos que se han llevado a cabo las últimas tres semanas de desescombro y consolidación del edificio, se acordó que se pedirá un diagnóstico preciso del estado del edificio que ha quedado en pie, para saber si contiene otras patologías y permite su rehabilitación. En este caso, se encargó la elaboración de un proyecto de reconstrucción y su valoración económica y también se siguió apostando por el arquitecto que ya se había designado. Se prevé que estos trabajos tendrán una duración de entre un mes y medio y dos meses.

Posteriormente se mantendrá otra encuentro entre las administraciones y el Obispado de Lleida, en la que se evaluarán los informes y se tomarán decisiones sobre el futuro de la iglesia y las aportaciones que podrían hacer las administraciones implicadas, la comunidad cristiana de Rosselló y el Obispado de Lleida. En todo momento se subrayó el clima de colaboración de todas las partes y la voluntad de consolidar el edificio de la iglesia, si la estructura restante lo permite.

En la reunión asistieron dos representantes del departamento de Patrimonio de la Generalitat, dos representantes de la Diputación de Lleida, el alcalde de Rosselló y un concejal, y por parte del Obispado de Lleida el obispo Salvador, el delegado del Departamento de Patrimonio y uno de los rectores del pueblo y Secretario General del Obispado.