Una Catedral repleta de gente, con más de un centenar de sacerdotes entre los cuales había que contar a tres cardenales, cuatro arzobispos y 17 obispos quisieron ser testigos del inicio del Ministerio episcopal de Mons. Salvador Giménez Valls, nuevo obispo de Lleida, el domingo, 20 de septiembre.

El obispo Salvador llegó a la Catedral Nueva de Lleida acompañado del nuncio del Vaticano, Mons. Renzo Fratini, cuando faltaban unos minutos para las 5 de la tarde.

A la entrada del templo le esperaban las principales autoridades civiles –el alcalde de la ciudad, Ángel Ros; el consejero de Agricultura de la Generalitat, Jordi Ciuraneta, y el presidente de la Diputación, Joan Reñé–, los cuales le dieron la bienvenida en nombre del pueblo de Lleida, mientras las campanas de la Seu Vella anunciaban con sus toques la llegada del nuevo obispo.

También a la puerta de la Catedral, le esperaban el presidente del Capítulo Catedral, Mn. Jaume Pedrós; el administrador diocesano, Mn. Ramón Prat, un representante del Colegio de Consultores, Mn. Joan Jové, y el delegado de Liturgia y maestro de ceremonias, Mn. Gerardo Soler. 

Antes de que Mn. Pedrós diera a besar la Santa Cruz al obispo electo y al embajador del Vaticano y que entraran en la Catedral, éste último anunció que venía a acompañar Mn. Salvador por expreso mandato del Papa Francesc, para presentarlo como el nuevo obispo de Lleida. 

Unos minutos de oración en la capilla del Santísimo precedieron a la procesión que cardenales, obispos, arzobispos y canónigos hicieron por el templo para conducir al nuncio y a Mons. Giménez Valls hasta el altar.

Antes de iniciarse la eucaristía, se procedió a la toma de posesión del nuevo obispo, rodeados de todos los presbíteros de la Diócesis de Lleida, que dejaron pequeño el coro de la Catedral. 

Después de unas palabras del nuncio, del administrador apostólico, Mn. Prat, y del presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense y arzobispo metropolitano, Mons. Jaume Pujol, se simbolizó el inicio del ministerio episcopal de Mons. Giménez Valls momento en el que Mons. Fratini cedió el báculo al obispo Salvador. 

Hay que señalar que el báculo que recibió Mons. Giménez era del obispo mártir Salvio Huix Miralpeix. Ésta era una de las dos reliquias que se utilizaron en la celebración, puesto que para la consagración también se usó el cáliz de este beato de la Iglesia de Lleida.

A continuación, el secretario-canciller, Mn. Víctor Espinosa, leyó las letras apostólicas del Santo Padre, mientras el diácono permanente Mn. Mateu Hidalgo las enseñaba a los concelebrantes.

Seis religiosos y seis laicos, además de los miembros del colegio catedralicio, subieron al altar para felicitar al obispo Salvador en nombre de la Iglesia de Lleida. El mercedario P. Joaquín Millán, el carmelita P. Jesús Sans, la hermana Monsterrat Brescó (superiora de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Aitona), sor Francisca (Hermanitas de los Pobres), sor Lourdes Dujo (Hijas del Corazón de María), y la Madre Paula (Compañía del Salvador-Mater Salvatoris) fueron los religiosos escogidos. Por parte de los laicos, lo hicieron Joan Viñas, director de la Academia Mariana; Ximo Company, delegado de Patrimonio; Emili Reïmat y Tesa Corbella, de la Delegación Familia y Vida; Trini Catalán, delegada de Catequesis, y Asunción Besa, de la Delegación de Espiritualidad.

Durante la homilía, el obispo Salvador se centró en el evangelio de San Marcos para enfatizar la enseñanza de ser servidor pero con misericordia, sin protagonismos. "Servir a los demás y vivir fielmente y con autenticidad el mensaje del Señor, siendo testimonios valientes de su palabra y anunciarla sin descanso", dijo a los leridanos que llenaban el templo. De este modo recordaba los más desvalidos de nuestra sociedad, desde los refugiados, hasta los marginados, incluyendo ancianos, presos, enfermos y también a los jóvenes.

El nuevo Pastor de la Iglesia de Lleida finalizó la homilía rogando para saber estimar cada día más las manifestaciones culturales y sociales de nuestro pueblo. “Desde ahora soy un miembro más de este pueblo, que con unos aspectos específicos, ora, habla, estima y acoge, como enseña Jesucristo, a todas las personas del mundo como hermanos”.

Las lecturas de la eucaristía fueron leídas por Ximo Company y Lourdes Solà; mientras que las plegarias lo estuvieron a cargo de Joan Carles Nicuesa, delegado de Apostolado Seglar; Mercedes Sancho, de la Delegación de Juventud; Xavier Nus, presidente de los Centres d'Esplai Cristians; Pepita Felis, de la Pastoral de Acción Caritativa y Social; Montse Farré, de la Pastoral de la Salud, y Cándido Sánchez, de la Pastoral Penitenciaria.

Otro aspecto a destacar fue la colecta que realizaron los voluntarios de Cáritas durante la celebración, y que por expreso deseo del obispo Salvador se ha dedicado a ayudar a los refugiados, a través la Comisión Diocesana de Acogida a los Refugiados (CoDiAR), creada recientemente en nuestro Obispado.

La celebración finalizó con la petición del obispo Salvador al pueblo de Lleida para que rogaran por él y por la misión que se le había encomendado, antes de retirarse para saludar a quienes habían asistido la ceremonia.

 Al finalizar la eucaristía, Mons. Giménez Valls fue hasta los pies del presbiterio para saludar a los fieles. Primero a las autoridades y después a todos quienes quisieron fueon pasando para felicitar al obispo Salvador en esta nueva etapa episcopal que empieza y para desearle muchos éxitos.

Más fotos de la celebraación, aquí.

Texto: Erika Guijarro / Jordi Pérez

Fotos: Josep Manuel Prada