Fue un profesor metódico y práctico, prefirió posponer la disciplina a la consecución de hábitos y de actitudes. Procuraba inculcar el amor a Dios a sus alumnos en sus catequesis; en la de los sábados, la Santísima Virgen María era el punto central de ella. En Málaga, organizó la Obra de la Santa Infancia y se esforzó por promover vocaciones sacerdotales y religiosas.

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