Los pasados 14, 15 y 16 de abril se realizó el Curso Brújula en la casa de colonias Verge Blanca de Llesp. Participaron 50 jóvenes, de entre 15 y 17 años, todos ellos venidos de los centros de esplai del MCECC Lleida – Fundación Virgen Blanca. El curso giró alrededor de un centro de interés, el paso de niño a monitor, y durante los tres días descubrimos que no hay una poción para poder ser un gran monitor, sino que te haces monitor a medida que creces y compartes experiencias con tu equipo y el resto de monitores/se.

La realidad de la juventud era muy diversa; había chicos y chicas que ya estaban participando en su esplai y venían a formarse y otros que aun no habían participado en su centro como monitores/se pero querían formarse para poder participar. Eso sí, a todos y todas se los veía muy entusiasmados por descubrir más sobre el mundo de ocio, teniendo en cuenta su perspectiva de pre-monitores.

A lo largo del curso se realizaron varias sesiones que trataban diferentes temas. Trabajamos cuál es la figura del monitor/a, cómo hacer una velada, qué se puede hacer con la naturaleza, qué recursos organizativos hay en un esplai, cómo se trata un centro de interés y los valores y la fe. Las sesiones y las dinámicas funcionaron muy bien puesto que, durante la estancia, se creó muy buen ambiente y acabaron congeniando jóvenes de diferentes centros.

Por parte de los tutores/se ha sido una experiencia muy enriquecedora. Observar que hay tantos jóvenes animados para ser monitores/se te hace sentir orgulloso de la aportación que los diferentes esplais están generando. Ver como el esfuerzo que pones al sembrar el espíritu de un ocio con sentido da sus frutos. Cursos como el Brúxula son importantes para no perder nunca este sentimiento, del hecho que educar en el ocio es importante y que no estamos sólos, que si todos y todas trabajamos en equipo la continuidad del mundo del ocio está asegurada.

Estamos seguros, por pura estadística, que no todos los jóvenes que han participado llegarán a ser monitores y monitoras de un centro. Pero esperamos que este curso les haya servido, cuando menos, para descubrir otra forma de vivir la vida porque ser monitor/a es un estilo de vida que sin duda te marca como persona.

Anna Hernández Seuma