Servir los demás y vivir fielmente y con autenticidad el mensaje del Señor, siendo testigo valiente de su palabra y anunciarla sin descanso, son los objetivos principales del obispo Salvador para el ministerio episcopal que ha iniciado este domingo, 20 de septiembre, en Lleida. Así lo ha manifestado durante la homilía de la celebración eucarística en la cual ha tomado posesión del Obispado.

Partiendo del texto del evangelista Marcos, que ataca el afán de orgullo y poder para señalar donde radica la verdadera grandeza, dice que “es grande aquel que, en plan de servicio, se interesa por el prójimo de una manera afectiva y efectiva”.

El obispo Salvador destaca así cómo “se invierte el orden de valores que tantas veces prevalece entre los hombres”, y afirma que “el Señor nos habla hoy del servicio a los demás como actitud básica de todo discípulo suyo. Y esto nos implica a todos. No excluye nadie”.

Con estos parámetros, el nuevo Pastor de la Iglesia de Lleida dice que tiene muy fácil responder a la pregunta sobre cuáles son sus pretensiones en esta nueva etapa ministerial que inicia. “Vivir fielmente y con autenticidad el mensaje del Señor, ser testigo valiente de su palabra y anunciarla sin descanso a los demás”. En concreto, como manda el Evangelio, “ser el último y el servidor de todos”.

Sin embargo, este servicio tiene dos componentes básicos, según el obispo Salvador: “Servir no sólo de palabra, sino con la vida, y servir siempre, principalmente a las personas que nos rodean o que viven lejos”.

Como el servicio nace de la identificación con Cristo, a quien nos debemos y de quién recibimos el coraje para hacerlo realidad, el obispo Salvador toma el compromiso de servir “siendo el último, a todos los últimos de nuestra sociedad”. Y a continuación menciona donde pone atención.

“A los inmigrantes y refugiados. Cómo no conmovernos y comprometernos ante la tragedia de tantos hermanos nuestros que huyen de la muerte y buscan la vida”, dice, a la vez que alerta para que “las repetidas imágenes de televisión o las noticias de la prensa no nos acostumbren a la insensibilidad ni a la indiferencia. Trabajamos por la vida, por la dignidad personal, por la fraternidad y por el amor sin exclusiones”.

El obispo Salvador no se olvida de los marginados de nuestra sociedad que “vemos deambulando por las calles pidiendo una ayuda o deslizándose por la pendiente de la desesperación”. También tiene presente a los parados, a quienes viven solos o a no tiene hogar. A los necesitados de cualquier elemento, que les impide vivir con dignidad; a las familias rotas o con desamor, a los que sufren violencia doméstica, a los ancianos, encarcelados, enfermos y a los jóvenes.

El nuevo obispo de Lleida también quiere dedicarse de una manera especial al fomento de las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. “Es un servicio urgente y necesario”, para lo cual pide el concurso de todos y cada uno de nuestros padres. Dice que quiere “estar atento a vuestras necesidades y tratar de solucionar cualquier dificultad de vuestra vida”, y les pide ayuda “para contagiar felicidad ministerial a quienes se planteen para su vida un servicio eclesial específico”.

Servir a las comunidades parroquiales y promover el laicado con formación y responsabilidad eclesial, siguiendo las orientaciones del Concilio Vaticano II y las indicaciones del Concilio Provincial Tarraconense y de la Evangelii Gaudium, son otros de los objetivos que se marca nuestro nuevo Pastor.

El obispo Salvador ha finalizado la homilía rogando para saber estimar cada día mas las manifestaciones culturales y sociales de nuestro pueblo. “Desde entonces soy un miembro más de este pueblo, que con unos aspectos específicos, ruega, habla, ama y acoge, como enseña Jesucristo, a todas las personas del mundo como hermanos”.

El apertura de la Puerta Santa, con la cual empezará el Año Jubilar de la Misericordia convocado por el Papa Francesc, “es un inmejorable motivo para unir estas dos palabras: servicio y misericordia, y hacerlas realidad en las relaciones humanas y en nuestra comunicación con Dios”.

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