El filósofo Francesc Torralba reunió el miércoles 19 de febrero a más de un centenar de personas en la Casa de la Cultura-Biblioteca Marqués del Olivart de Les Borges Blanques, que siguieron sus explicaciones durante una hora y media en una conferencia dedicada a los valores humanos.

Torralba, que fue presentado por la concejal de Bienestar y Familia del Ayuntamiento de Les Borges, inició su intervención explicando los valores de las personas y se extendió desgranándolos en tres puntos: la acción, la palabra y el silencio.

También señaló a los casi siete años de crisis, como la causa de la pérdida de algunos de los valores tradicionales, pero a la vez reflejó que por el mismo motivo algunos otros se habían destacado. La solidaridad, la misma solidaridad entre familia, y el ahorro, tan diferente del desmadre y derroche de antes de la crisis, son algunos de los valores nacidos de esta circunstancia. Torralba se entretuvo en hablar de la solidaridad entre familias, donde muchos abuelos, debido al desahucio de sus hijos del piso que ocupaban, han sacrificado su bienestar en beneficio de hijos y nietos.

Francesc Torralba también explicó la gran tarea asumida por los abuelos, a los cuales nos encontramos en las puertas de los colegios, acompañando sus nietos a las actividades extraescolares, hasta la hora que los padres regresan a casa del trabajo.

Mencionó un valor nuevo: el de la ecología, con el aprovechamiento de recursos y el reciclaje. Destacó que eran los jóvenes los más activos con este tema y lo atribuyó a qué éstos ya lo vivían desde la escuela, donde se hace una gran labor que evitará que dejemos a nuestros sucesores un planeta baldío. En este sentido, Torralba tuvo elogios hacia los maestros por el trabajo que hacen con sus alumnos siendo, dijo, la espina dorsal del asentamiento de valores en las esponjas que son los alumnos.

En el capítulo de las preguntas, que fue muy vivo y variado, se trató de la falta de religiosidad de los jóvenes. Su respuesta fue clara y concisa. Empezó destacando las virtudes de los jóvenes, los cuales no veían coherencia entre la enseñanza familiar y la práctica. Si esta actitud también la veían en las entidades cristianas, en la política y en la sociedad, era lógico que tuvieran sus dudas. Elogió las ideas del papa Francisco y, en un momento determinado, dijo: “Si no nos saneamos y no nos autentificamos, no seremos creíbles”.

Por qué los jóvenes eran tan críticos, que no criticones, fue otro tema. Mencionó una reciente encuesta donde se hacía patente que los jóvenes usan el móvil unas cuatrocientas veces al día y, por lo tanto, tienen acceso a un número importante de opiniones, que además son globales, variadas y extensas. Así pues, no hay que extrañarnos de la influencia que reciben fuera de la familia.

La conferencia de Francesc Torralba forma parte de cuatro actividades programadas con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, actividad auspiciada por un buen número de entidades tanto cívicas, religiosas como políticas.

Josep Domènech