La misa de 12 del pasado 18 de septiembre en la parroquia de Almacelles fue ofrecida como memoria de intercesión por la Madre Raquel, religiosa de la Sagrada Familia que murió recientemente en Madrid y que había sido, durante muchos años, profesora y formadora en la escuela que estas religiosas sacaron adelante en esta localidad.

Sus ex alumnas e incluso algún ex alumno prepararon con mucha ilusión la celebración, haciendo patente la siembra de bondad y espíritu cristiano depositada año tras año en nuestra ciudad por el ministerio de la congregación de las Hijas de la Sagrada Familia de Urgell. Con unas sentidas palabras se agradeció la fidelidad a la llamada de Cristo por parte de esta mujer tan entrañable que ha dejado una profunda huella entre los vecinos del pueblo.

"Qué gran suerte haber podido disfrutar de una maestra como ella!" -son las palabras emocionadas y llenas de estimación de sus ex alumnas a la salida de la celebración.