En Lleida se ordenó el 18 de septiembre de 1897; luego trabajó en el colegio y con los estudiantes mercedarios; escribió de lo divino y lo humano en prosa y en verso; compuso zarzuelas jocosas y misas solemnes a cuatro voces. Aún muy joven cantó así a la Virgen de la Academia: “¡Ay, Madre amorosa, cuándo será el día / que libre de trabas, / por la pura región de los cielos/ extienda las alas!...”. Su anhelo se cumplió el 7 de agosto de 1936 segado por la balas.

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