Nuestro Obispo, Mons. Joan Piris, se ha reunido los pasados días 6 y 12, acompañado por Mn. Ramón Prat, vicario general; Mn. Josep Anton Jové, vicario pastoral y Mn. Víctor Espinosa, secretario canciller, con 16 rectores de las parroquias de la ciudad de Lleida y 21 rectores de los pueblos de nuestra Diócesis.

El objetivo ha sido dialogar sobre el nuevo modelo pastoral que hoy se necesita para

adaptarnos a la nueva realidad social y religiosa que vivimos actualmente.

El obispo Joan ha presentado un documento de reflexión con propuestas concretas destinado a preparar la incorporación de las personas seglares que se están formando para convertirse en anomadoras de comunidades cristianas. En este sentido hay que decir que en la actualidad 12 hombres y mujeres están ya acabando su formación en el IREL y 9 más están haciendo el primero de dos los cursos de formación necesarios.

En la reunión también se ha presentado un estadística con el número (56) sacerdotes diocesanos que están en activo y los que están sin actividad pastoral por motivos de salud (26). En dicha estadística consta la edad actual de cada sacerdote y la edad que tendrán el año 2020, con la intención de visualizar claramente la situación actual y en un futuro inmediato.

A pesar de la contundencia de los datos estadísticos, el obispo Joan ha insistido en la idea de que estos animadores de comunidad no es una “invención para paliar la falta de sacerdotes” y que estos hombres y mujeres no serán “ayudantes” de los mismos, antes bien colaboradores de pleno derecho, dado que recibirán un nombramiento del Obispo para desarrollar lo que se denomina ministerios o servicios laicales.

En la Asamble diocesana del próximo 31 de mayo, sábado, se hablará ampliamente de este importante nuevo paso que nuestra Diócesis está dando, implicando progresivamente a hombres y mujeres seglares con responsabilidades como animadores de comunidades parroquiales.