La Catedral de Lleida acogió el pasado jueves 14 de septiembre la celebración de la Jornada del Envío de los Agentes de Pastoral de la Diócesis presidida por el Señor Obispo Salvador Giménez. Más de 300 fieles procedentes de todas las parroquias de la Diócesis han asistido al acto que da inicio al curso 2017-2018. 

En esta celebración se hace patente y se celebra que el Obispo, como Pastor de la Iglesia Diocesana, confía a los hombres y mujeres seguidores de Cristo resucitado, la noble tarea de colaborar con él en la evangelización de la sociedad leridana. 

La celebración comenzó con la iluminación de la silueta del mapa del Obispado de Lleida como símbolo de que la luz del Evangelio llega a todos los rincones de la Diócesis. Esta silueta iluminada presidió la celebración en la que el Obispo Salvador ha animado a los fieles “a querer estar en el corazón del mundo para que el mundo sea cada día más justo y conozca más a Jesucristo".

El Obispo ha presidido la celebración de la Palabra acompañado de una representación de laicos, sacerdotes, religiosos y animadores de comunidad de toda la Diócesis.

El obispo Salvador destacó en su homilía que "nuestra Iglesia es una comunidad de seguidores de Jesucristo, que quieren poner en el centro del mundo, el Jesús que nos salva a todos". El Obispo de Lleida recordó los objetivos del Plan Pastoral impulsado desde el año pasado, entre los que destacó la conversión personal, hacer comunidades misioneras y la pastoral vocacional.

En relación con la labor pastoral, el Obispo Salvador pidió a Dios que "nos ayude a no desanimarnos nunca". Y destacó que "es muy importante sentirse miembro de una Iglesia que camina".

El Obispo Salvador recordó que este curso que comienza, la Diócesis acogerá el Encuentro de Catequistas de Cataluña (el 18 y 19 de noviembre en la ciudad de Lleida), el Encuentro de Voluntarios de Cáritas Cataluña (en abril), la Semana de la Biblia (en noviembre) y la reunión anual de Centros de Preparación para el Matrimonio (CPM).

Tras el acto, el Obispo de Lleida ha entregado la alta distinción pontificia Pro Eclesia Te Pontifice a Asun Besa, voluntaria del Obispado de Lleida. Esta condecoración, instituida por el papa León XIII en 1888, supone un gran reconocimiento a la tarea de clérigos y laicos a favor de la Iglesia Católica.

El Santo Padre, acogiendo la petición del Obispo Salvador, ha querido poner de manifiesto con este reconocimiento público, el valor que tiene dedicar largos años de la propia vida al servicio de la Iglesia. Asun Besa tuvo unas palabras de agradecimiento para los obispos de Lleida con los que ha colaborado a lo largo de los años.